María Esperanza Jiménez Ruiz, de 67 años, natural del Puerto de Santa María (Cádiz), ha muerto este lunes a causa de unos disparos de la Policía militar en la mayor favela de Rio de Janeiro, la Rocinha. Según fuentes oficiales, el vehículo en el que viajaban se saltó un control de seguridad perimetral y los agentes dispararon contra él.
La Policía Militar ha abierto una investigación en la que ya han identificado y detenido a dos agentes implicados en el Tiroteo. Aseguran que fue después de los disparos cuando se dieron cuenta que el vehículo transportaba a turistas.
Al mismo tiempo, la Policía Civil de Río de Janeiro está investigando si las declaraciones de la Policía Militar son ciertas y si realmente el control policial que se saltaron existió.
La española viajaba con cuatro personas más (tres españoles, un italiano y un guía) entre los que se encontraban su hermano y su cuñada. Todos los ocupantes del vehículo han declarado en la tarde del 23 de octubre que el vehículo no rompió el bloqueo policial porque no existió.
Otras versiones apuntan a que el vehículo se desvió porque se produjo un tiroteo en la zona.
Desde el pasado 17 de septiembre la actividad turística de conocer las calles de esta favela, organizada por agencias, se había convertido en una actividad de alto riesgo ya que los tiroteos se hicieron muy comunes a manos de criminales que dominan ese territorio.
Por ello, se investiga si la agencia de turismo avisó del riesgo que corrían los turistas al hacer el recorrido por la favela en un momento donde la tensión y los conflictos son complicados.
Cuando la víctima fue herida de un disparo en el cuello se encontraba en una región conocida como Largo de Boiadero, y aunque fue atendida en esta zona, murió a causa de sus heridas en la entrada del hospital Miguel Couto, un centro hospitalario de la zona sur de Río de Janeiro.
La favela de Rocinha tiene unos 200.000 habitantes y es uno de los refugios más importantes para el tráfico de drogas en Río de Janeiro. Son numerosos los enfrentamientos que se suceden a diario entre grupos rivales, así como importantes operativos de las fuerzas de seguridad. Los residentes viven aterrorizados desde que estalló, hace algo más de un mes, una guerra entre dos bandas de narcotraficantes.
Sin embargo, las agencias turísticas no han dejado de ofrecer la visita a esta icónica favela.
El alcalde de su ciudad, Puerto de Santa María, ha mandado un mensaje de condolencias a toda la familia. María Esperanza Jiménez era una empresaria muy querida en su ciudad natal en la que gestionaba una Agencia de la Propiedad Inmobiliaria, y que se encontraba de vacaciones en la ciudad brasileña con hermano José Luis y su cuñada.