En el año 1972 el hombre pisó por última vez la Luna. La mítica banda británica Rolling Stones sacaban su primer LP doble de nombre Exile On Main Street y Francis Ford Coppola lanzaba su primer ‘Padrino’. En ese año bisiesto también nacía una niña en un hogar de clase media conformada por el periodista Jesús José Ortiz Álvarez y María Paloma Rocasolano Rodríguez. De nombre Letizia y la mayor de tres hijas, seguiría los pasos profesionales de su padre, pero nada hacía prever que esa niña se transformaría en la mujer más importante de España, su reina consorte.

La reina celebra su cincuenta aniversario el 15 de septiembre

Letizia cumple cincuenta años, al igual que otras personalidades como Pedro Sánchez, Jude Law, Ben Affleck, Najwa Nimri, Juanes y Gwyneth Paltrow durante este año. Más precisamente, el próximo 15 de septiembre.

Si bien no es un día que tenga una especial carga oficial o protocolar, sino de orden privado y familiar, no deja de ser un buen motivo para que los medios de comunicación saquen a relucir sus mejores esfuerzos para halagar a la reina y todos los ojos se posen sobre Letizia.

Se conocen dos enfermedades que padece Letizia

Las distintas propuestas para festejar desde el papel couche los cincuenta años de Letizia son una excelente oportunidad para bucear en su vida, ya puesta en los escaparates desde el momento del anuncio del compromiso con el príncipe heredero Felipe.

Momento muy recordado con aquel “¡déjame hablar!” y que mostraron a ciencia cierta un atisbo del verdadero carácter de la futura reina y madre de la heredera.

Es así que recientemente salieron a la luz dos enfermedades de la reina de casi cincuenta años padece: Desde el diario El País, afirman que se trata de dos dolencias crónicas nunca reveladas oficialmente por la Casa Real: metatarsalgia crónica y problemas de visión.

El abuso de tacones le provocó un problema crónico

La primera de estas dos enfermedades que padece Letizia se deberían al uso intensivo de altos tacones que durante años la reina ha usado en sus atuendos. La consorte, transformada en ícono de la moda, y tal vez para estar a la altura de la no habitual estatura de su marido, nunca ha dudado en treparse a las infartantes alturas de sus tacones, que hoy la someten a esta metatarsalgia crónica, que no es ni más ni menos que una inflamación del hueso metatarso.

Letizia camina erguida, orgullosa, sonriente y muy dolorida. Algo por lo que últimamente, y un motivo muy probable, esté optando por zapatos y sandalias planas.

La segunda enfermedad es más típica de la edad y es la deficiencias en la visión, por miopía o hipermetropía. Esta situación es otro de los padecimientos reales de Letizia, ya que probablemente por coquetería, no usa gafas de lectura. Jamás se la ha podido fotografiar con gafas, que no sean de sol.

Un último secreto desvelado: siempre tiene a mano caramelos de menta, aunque se desconoce el motivo. Seguramente es muy simple: le gustan.