En los últimos años, Shein, una aplicación para comprar ropa procedente de china a coste bajo ha ganado mucha popularidad, sobre todo en redes sociales donde múltiples influencers y microinfluencers son embajadores de la marca y es inevitable navegar sin toparte con un haul de sus prendas (vídeos donde las muestran y se las prueban) y miles de códigos descuento para hacer aún más apetecible gastarse el dinero en su plataforma. Por ello, el anuncio de la inauguración de una tienda pop-up en el Portal del Angel, de Barcelona, causó furor entre sus fanáticos, con la mala suerte que después de horas de cola se han encontrado que solo podían probarse la ropa pero no comprarla, y es que simplemente se trataba de un showroom.

La inauguración de Shein fue todo un éxito

Había muchísima expectación para la apertura de la pop-up de Shein que abre tan solo unos días en Barcelona. Normalmente las pop-up son tiendas online que abren en modo físico tan solo por unos días, por ello que el gigante chino abriera una estaba claro que iba a ser un éxito. De hecho ya se hizo en Madrid y fue todo un éxito de ventas. Ayer jueves desde las seis de la mañana hubo largas e interminables colas en el Portal del Angel, lugar de la ciudad condal donde se decidió hacer esta vez, y donde estará instalada hasta el próximo domingo 10 de julio.

Con la miel en los labios

Tras largas e interminables horas de cola, sumados al calor sofocante que hace estos días en Barcelona, los asistentes a la apertura de la tienda de Shein en Barcelona se encontraron que el gigante chino en esta ocasión no iba a vender su ropa. Esta vez se trata de una showroom, donde las prendas quedan expuestas y se pueden tocar y mirar, incluso probar; pero nada de comprar.

Los asistentes que quieran comprar los artículos pueden hacerlo, pero desde una aplicación de pago asociada, por lo que al no haber quedado claro que simplemente se trataba de una exposición ha generado indignación entre todos los usuarios que han perdido horas de su tiempo en hacer cola para nada, y es que los han dejado con la miel en los labios.

Indignación entre los asistentes que no sabían que se trataba de una showroom

Sorpresa, decepción, indignación, estos son los sentimientos de los miles de compradores que se acercaron ayer a la tienda de Shein para después irse con las manos vacías, y lo más molesto: después de largas horas de cola. Las redes sociales se han llenado de quejas de personas que han ido expresamente para encontrarse que no podían comprar. Sin embargo, nada que un poco de marketing del bueno pueda solucionar, y es que el gigante chino si de algo sabe precisamente es de marketing de ventas, por ello se ha convertido en la competencia oficial de la mayoría de tiendas de ropa, incluso de las más grandes.