Manel Monteagudo tenía 22 años cuando se cayó del barco alemán en el cual trabajaba como electricista naval. Estuvo en estado vegetativo durante más de tres décadas y pudo despertar en octubre de 2014 en su domicilio. Había pasado unos meses en un hospital de Irak y fue hospitalizado durante un año y medio en A Coruña.
Manel sufrió un accidente en 1979 que lo dejó en coma durante 35 años
Manel comenzó a trabajar de marinero cuando tenía 14 años. Siete años después se formó como electricista naval y decidió viajar a Alemania para trabajar en la marina mercante alemana.
Sin embargo, mientras estaba reparando uno de los proyectores del barco, Manel Monteagudo se golpeó la cabeza tras precipitarse desde seis metros, terminando en estado vegetativo.
Los primeros cuatro meses estuvo hospitalizado en Irak. Más tarde, Manel fue trasladado al Hospital Modelo de A Coruña donde permaneció 18 meses. Posteriormente, lo llevaron hasta su casa, sin la esperanza de que algún día pudiera despertar del coma. Sin embargo, el hombre despertó el 15 de octubre de 2014 en su domicilio junto a Conchi, su mujer. 'La primera impresión que tuve cuando desperté era que el incidente lo había tenido el día anterior', señaló Manel.
El electricista naval se sorprendió al ver su rostro después de estar 35 años en coma
Tras pasar más de tres décadas en estado vegetativo, Manel tuvo que pasar por un proceso de rehabilitación para aprender a comer, hablar y caminar. La historia de Manel logró conmover a miles de personas de todo el mundo, quienes también han felicitado a su esposa por haberlo cuidado desde el momento en que trasladaron a Manel a su casa.
Cuando comenzó la rehabilitación, Manel se sorprendió cuando le comentaron que se podía comunicar con otra persona a través de una videollamada desde el ordenador de su vivienda, además de asombrarse con los avances en la telefonía móvil.
Sin embargo, uno de los retos más difíciles por los cuales tuvo que atravesar Manel Monteagudo durante su rehabilitación fue el momento en el que tuvo que mirarse frente al espejo y aceptar que ya no era un joven de 22 años que estaba trabajando en un barco mercante de Alemania como electricista naval.
En ese momento estaba observando a un hombre de 58 años con pelo blanco, pero no era consciente de que esa persona era él. 'Yo tengo 22 años, ese no soy yo', aseguraba Manel.
Siete años después de haber despertado del coma, Manel Monteagudo está disfrutando de su familia. Se acostumbró a los avances que hubo en la sociedad, la comunicación y la tecnología y hasta pudo presenciar el nacimiento de su nieta. 'No lamento nada en absoluto, porque sigo sin recordar el accidente', confesó el electricista naval.