En el mes de enero, a una niña de tan solo 7 años, un informe médico le cambió la vida. No solamente a la pequeña, sino también a toda su familia. Liza Scott, de Alabama, EE.UU., sin ningún síntoma anterior, comenzó a sufrir convulsiones severas que alarmaron a toda su familia.
Ante esa situación, los padres de la niña tomaron la decisión de realizarle estudios médicos para poder conocer la causa de las convulsiones. Tras realizarse distintas pruebas y chequeos, el informe médico resultó una noticia muy dura para la familia.
El diagnóstico médico que recibió una niña de siete años
Los estudios médicos que han realizado a Liza detectaron un grave cuadro cerebral: la niña padece tres malformaciones cerebrales que podrían agravar su salud, ya que se trata de un cuadro que, por lo general, tiende a empeorar.
Un cuadro como el que le ha sido detectado a Liza requiere necesariamente de una cirugía inmediata para evitar la profundización de los síntomas que derive en un aumento de las convulsiones, hemorragias, y también la posibilidad de sufrir accidentes cerebrovasculares.
Por lo tanto, los padres de la niña recibieron en un instante dos noticias difíciles de asimilar: por un lado, la salud de su hija que como indicaron los médicos, requiere de una intervención quirúrgica inmediata, y por otro lado, dado que en Estados Unidos la estructura sanitaria es mayormente privada, todo el tratamiento implicaba un gasto bastante considerable para cualquier familia.
La decisión de la familia de Liza para poder pagar el tratamiento
Dado que en Estados Unidos el sistema de salud es costoso para la mayor parte de la población, dado que es un sistema privado, la familia tuvo que encontrar una solución inmediata. Por decisión de su madre, quien desveló que su niña de siete años hace un jugo de limón delicioso, Liza pronto comenzó a vender limonada para recaudar el dinero que le permitiera conseguir la cantidad necesario para su tratamiento.
A partir de esa decisión, los padres de la niña de siete años tomaron cartas en el asunto. El padre de Liza le construyó un puesto muy bonito de limonada ubicada en la panadería de la familia, y además, abrieron una cuenta para recibir donaciones en la web MightyCause. Gracias a estas medidas, de momento han superado la cantidad que se habían fijado como objetivo: 75.000 dólares.
Según ha indicado la familia, ya llevan 285.000 dólares.
La niña, con tan solo siete años, ha expresado que una vez que logre recuperarse de la intervención médica que requiere para mejorar su salud, continuará con la venta de limonada para poder ayudar a otros niños que necesiten costearse tratamientos médicos.