La Comunidad de Madrid emitió un comunicado el pasado día 2 de diciembre que repartió entre los gerentes de los distintos centros hospitalarios de la región. El documento, redactado por la Gerencia Asistencial hospitalaria de la Consejería de Sanidad de la comunidad madrileña, establece que aquellos pacientes que estén en riesgo de ingresar en la UCI no pueden ser trasladados al Hospital Isabel Zendal.

Solo los pacientes leves y en estado terminal podrán ser trasladados a este centro

En el escrito que se especifica que aquellos pacientes que sí podrán ser traslados y por tanto atendidos en el Hospital Zendal son los de carácter leve y los que se encuentren en fase terminal y estén recibiendo cuidados paliativos.

Concretamente, en el documento se establece que dichos pacientes deben ser de ''bajo riesgo'' así como los que tengan ''una esperanza de vida inferior a un año'' y aquellos con ''factores analíticos y radiográficos de mal pronóstico''.

Este requerimiento es debido al hecho que el hospital no está equipado con camas de UCI y en el recinto, tampoco se ha construido ningún quirófano. Por tanto, si algún enfermo grave lo requiriese, no contarían con las estructuras necesarias para atenderlo. Miguel Sánchez, coordinador de las UCI de las Comunidad de Madrid y también jefe de servicio de la UCI del Clínico San Carlos, comunicó a través de un correo interno que, en un primer momento el Hospital Zendal solo iba a contar con unas 3 o 4 camas de UCI para pacientes que en algún momento llegasen a necesitarlas de forma repentina debido al agravamiento de su estado.

No obstante, esta situación dista mucho de las declaraciones en las que Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la comunidad, aseguró que el centro contaría con 16 camas de cuidados intensivos y 32 camas de cuidados intermedios.

La construcción del hospital no ha estado exenta de polémica

El Hospital Isabel Zendal ha sido desde antes de su inauguración imagen de diversas polémicas.

Desde los plazos en que, en un principio, iba a construirse el recinto, a los profesionales que formarían parte de él. Según había comunicado el Gobierno de la Comunidad de Madrid, el hospital iba a inaugurarse el pasado 31 de octubre. No obstante, no fue hasta el 1 de diciembre que abrió sus puertas, aunque inacabado y sin pacientes.

A la vez, Inspección de Trabajo ha recibido varias denuncias por parte de los trabajadores que han participado en su construcción, entre las que se encuentran algunas sobre exceso de horas o de inseguridad laboral.

Finalmente, el personal sanitario está denunciando también traslados forzosos al centro y otros muchos califican este hospital como un ''acto propagandístico'', con poco sentido común. Trabajadores de otros hospitales de la comunidad alegan que antes se debería haber invertido en los centros ya existentes y han denunciado que hay plantas cerradas en varios centros hospitalarios, que ayudarían a descongestionar la situación en la que se encuentra la sanidad madrileña.