Se ha hecho pública una advertencia por parte de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, la cual puede tener serias implicaciones para la población estadounidense. Lugar donde el sobrepeso se presenta con mayor frecuencia, además puede desencadenar otras enfermedades y riesgos a padecer de COVID-19.

La obesidad en Estados Unidos, puede provocar un nivel altamente peligroso para aquellas personas que se contagien con Coronavirus. Actualmente, existe una parte de la población que podría estar en riesgo, aún cuando el nivel de sobrepeso sea poco, ya que esta condición aumenta las posibilidades de contraer complicaciones.

El 40% de los adultos son obesos y el 23% tiene sobrepeso en EEUU

El país norteamericano cuenta con un alto índice de obesidad y sobrepeso dentro de su población, al mismo tiempo México se posicionaba en 2017 como el país con mayor índice de obesidad y sobrepeso en la población mayor a los 15 años.

Según estos estudios, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, estiman que casi una tercera parte de la población de Estados Unidos, posiblemente corran el riesgo de enfermarse gravemente, si se ven afectados por el COVID-19. Para ello, es importante que las personas se mantengan conscientes del peligro que corre su salud.

Para evitar riesgos, es importante hacer cambios tanto alimenticios como en los hábitos diarios, procurando el consumo de alimentos más sanos, realizando actividades físicas y durmiendo suficiente.

Los síntomas relacionados con enfermedades graves causadas por COVID-19 en obesos

No existe una confirmación precisa sobre los padecimientos que aquejan las personas con obesidad que se ven afectadas con COVID-19, pero se ha evidenciado la presencia de enfermedades cardiovasculares, asma y fibrosis quística; esto indudablemente podría incrementar el riesgo.

Por otra parte, las afecciones que han demostrado mayor predisposición a favorecer los contagios de COVID-19 son la insuficiencia renal crónica, el cáncer, enfermedades cardiovasculares y la anemia de células falciformes.

El IMC debe cuidarse y mantenerse bajo control

Es importante que la población conozca cuál sería una buena relación, según su masa corporal y su estatura.

Un peso saludable puede valorarse según el IMC, aquellos quienes cuentan con un IMC entre los 18,5 y 24,5 están en orden. Un rango de IMC entre 25 y 29 es considerado como sobrepeso, y por encima de los 30 es síntoma de obesidad.

De otra manera, aquellas personas con estatura de 1,75m y un peso entre los 56 y 76 kg, se encuentra en un rango saludable, pero un peso mayor se considera sobrepeso. Si la persona sobrepasa los 92 kg es considerada con obesidad.

Durante los inicios de la pandemia, los médicos pudieron observar que el peso excesivo de los pacientes representaba un riesgo adicional para ellos. Por otra parte, se sabe que la obesidad puede estar acompañada de otras enfermedades y aunque tomó algún tiempo conocer si el peso excesivo era el culpable de los riesgos, en la actualidad los estudios indican que sí y que puede representar un riesgo para algunos pacientes.

Los CDC se basaron en un estudio realizado a un grupo pequeño, pudiendo diferenciar los efectos causados por la obesidad y el sobrepeso, al igual que los factores de riesgo para contraer la enfermedad. Según los datos registrados de 500 pacientes, el 43% padecían de obesidad, el 30% tenían sobrepeso y un 27% tenían un peso sano. Luego de considerar algunas variables como la diabetes, edad y otros factores, los investigadores concluyeron que los pacientes con obesidad y sobrepeso tenían mayor posibilidad de necesitar asistencia médica para respirar, y las posibilidades de morir eran mayores.

Argentina declaró la obesidad como factor de riesgo para el COVID-19

El pasado septiembre en Argentina, su Gobierno comunicó a la población que las personas con obesidad fueron incluidas en un listado de individuos con alto riesgo, frente al coronavirus.

Esto, motivado a la experiencia internacional, ya que se dedicaron a observar otros países y la prevalencia de los casos. La evidencia reconoció a la obesidad, como uno de los factores de mayor riesgo para contraerla y evolucionar negativamente durante su tratamiento.

La lista mencionada también incluye personas mayores de 60 años, especialmente aquellas que sufren de enfermedades cardiovasculares, respiratorias o aquellas que poseen insuficiencia renal crónica. Además, pacientes que son portadores del VIH o han sido diagnosticados con diabetes.

Por otra parte, la OMS desde 1975 declaró la obesidad como epidemia mundial. En su momento, casi una tercera parte de la población se consideraba obesa.

Países como Rusia, Sudáfrica y algunas naciones de Europa, contaban con más del 20% de su población con obesidad. Otros como Canadá y algunas partes de América del Sur y Australia también cuentan con un alto índice de obesidad, sabiendo que esta enfermedad puede ser mortal, ya que es capaz de provocar hipertensión, diabetes y enfermedades cardíacas.