El Coronavirus se declaró pandemia mundial a principios del mes de marzo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en primera instancia reconocida como tal por su alto nivel de propagación y la rapidez en la que se expande su contagio. Recientemente y atendiendo a los efectos a largo plazo que haber sufrido los síntomas del COVID-19 tienen en la salud de los pacientes, las denotaciones en torno a su tasa de mortalidad han cambiado la forma de percibir la enfermedad.
Merril Singer, antropólogo médico estadounidense acuñó el término ''sindemia'' en la década de los 90 para definir las Enfermedades que comparten idiosincrasias con el coronavirus. Esta terminología ha sido rescatada en Estados Unidos para referirse al coronavirus, ya que su peligrosidad no reside holísticamente en el virus en sí, sino en el contacto o interacción con otras enfermedades.
Pandemia o Sindemia
Ante la inexperiencia primaria en el tratamiento del coronavirus a nivel mundial, todos los países se vieron forzados a tomar medidas de contención extremas, con ciertas similitudes en algunos casos a los de un estado militarizado, para evitar el colapso de los sistemas sanitarios.
Ante la magnitud de la epidemia originada en China, la OMS calificó la COVID-19 como pandemia en primera instancia, sin hacer diferenciaciones entre las poblaciones específicas más susceptibles.
Según los análisis realizados desde el inicio de su propagación, algunos expertos han dictaminado que puede tratarse de una sindemia es decir, una enfermedad de origen vírico que actúa con mayor mortalidad y peligro al estar en contacto con otro tipo de patologías, que además al confluir con otros factores demográficos o circunstanciales, aumenta o disminuye su efecto sobre el paciente. Esto explicaría por qué hay sectores sociales más vulnerables, atendiendo a la edad, el clima o como recientemente se ha publicado la propia forma física individual.
Cambios en la estrategia de confrontación del virus
Hasta ahora se han tomado medidas para frenar el contagio. Todas las medidas de aislamiento social y prevención en el contacto estaban orientadas a evitar la propagación del virus sin contemplar aún el horizonte de su erradicación. El editor jefe de la revista médica The Lancet, Richard Horton ha declarado que ''interactúa con enfermedades no transmisibles como el cáncer, la diabetes o las patologías cardíacas y lo hace en un contexto marcado por la desigualdad social''. Es por esto que para paliar los efectos colaterales de la pandemia, como la recesión económica mundial, habría que cambiar las estrategias de confrontación y tomar medidas basadas en una sindemia y no una pandemia.