Prácticamente todos los últimos estudios sobre el Coronavirus ponen de manifiesto que su transmisión no es exclusiva al contacto social o a través de las gotitas que expulsamos al toser, sino que por el contrario, se constata que el virus en las vías respiratorias llega a permanecer en el aire por aerosoles. Ante este escenario, Xavier Querol, investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua, ve necesario impulsar nuevas medidas de protección en la población. Incide en que las tradicionales hasta ahora, mascarilla, higiene personal y distanciamiento social puede que no sean suficientes y que por tanto “hay que añadir la ventilación”.

Para lo cual es partidario de poner en marcha diversos sistemas de ventilación para evitar los contagios de la COVID-19. Al igual que apunta a una serie de normas sociales que pueden ayudar a cumplir con este objetivo prioritario en estos momentos.

Teletrabajo, evitar transportes públicos y actividades al aire libre

Xavier Querol enumera una serie de medidas para atajar el avance del coronavirus en esta segunda oleada. Se declara completamente partidario de volver al teletrabajo, siempre y cuando sea posible. Al igual que evitar aglomeraciones en los transportes públicos, en especial en los momentos en que hay un mayor tráfico de personas. Y una tercera estrategia que apunta el investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua es realizar actividades al aire libre, como por ejemplo las deportivas.

Si se cumplen estos planes piensa que se puede reducir el número de contagios a partir de estos momentos.

Ventilar el hogar para contener el coronavirus

Este experto en medio ambiente estima que las gotas más pequeñas que expulsamos pueden estar hasta tres horas en los espacios cerrados. Ante lo cual, aconseja renovar el aire de estos recintos para que al final se esté en mejores condiciones para no contraer esta clase de infecciones.

En este sentido, considera que “ventilar de manera natural no cuesta dinero y en cambio es una estrategia que todos podemos aplicar en el hogar”. Con actuaciones tan sencillas, como por ejemplo abrir las ventanas o las puertas. Debido a que con ellas se consigue que el aire se renueve constantemente en lugares en donde no es necesario el uso de la mascarilla.

Sobre la distancia de seguridad y la mascarilla

Mientras que por otra parte, también se refiere al requerimiento de mantener el distanciamiento social en algunos ambientes. Sobre este aspecto expone que “en espacios interiores que estén bien ventilados y en los que se lleve mascarilla, sí que puede servir el distanciamiento de dos metros entre personas”. Pero en cambio, si se produce en espacios sin ventilar y sin la protección de una mascarilla “está claro que los dos metros no serán suficientes” reconoce por último Xavier Querol.