28 de junio, Día del Orgullo Gay. Todo el mundo piensa en ese día, o esa semana, como días de fiesta, conciertos, carrozas, colores... Pero no es solamente eso, este día es en el que el colectivo reivindica sus derechos, igualdad y seguridad, ya que en pleno siglo XXI aún hay mucho que avanzar en este tema.

Historia del Día del Orgullo Gay

El hecho de que se celebre el 28 de junio se debe por los disturbios de Stonewall (E.U.A). Estos fueron una secuencia de una manifestación de forma espontánea y violenta contra una redada policial que sucedió el 28 de junio de 1969 en el bar Stonewall Inn en Nueva York.

Se considera la primera vez en la que el colectivo en su conjunto luchó para defenderse de un sistema opresivo.

Desde los años 50, el colectivo tuvo que hacer frente a un sistema legal que iba prácticamente en contra de ellos. A excepción de Illinois, todos los estados del E.U.A, penaban las relaciones homosexuales entre adultos, independientemente de que fueran en público o en privado. Eran acusados de crimen y podían ponerle una multa o pasar entre cinco y veinte años en prisión. Además, había diferentes cargos según los estados: en veinte de ellos había leyes donde el sexo entre personas del mismo género era un acto psicopático; en California y Pensilvania se les encerraba en instituciones mentales de por vida; en otros siete estados eran castrados...

Existían y por desgracia aún existen pero en menor medida, medios para "curar" a los homosexuales: castraciones, hipnosis, terapia de electrochoque, lobotomías... Así surgieron, al rededor de 1945, los primeros grupos homófilos que buscaban una no confrontación entre homosexuales y heterosexuales. Pero a finales de los 60 fueron años difíciles para el colectivo, ya que hubo diferentes reivindicaciones sociales, como el movimiento afroamericano por derechos civiles.

Estos movimientos y el mal ambiente que existía, provocó el surgimiento de los disturbios de Stonewall.

El Día del Orgullo Gay en todo el mundo

Este día se caracteriza por el pride, es decir, por las marchas y manifestaciones que se hacen por todo el mundo para reivindicar sus derechos. Los colores, los símbolos y banderas del colectivo son los protagonistas de las actividades culturales y lúdicas y reivindicaciones sociales y políticas (legalización del matrimonio homosexual, familias homoparentales, identidad sexual, homofobia...) que se realizan durante, al menos, una semana.

En Europa, cada año se elige un país y una ciudad del continente para que se celebre a nivel mundial el Día del Orgullo Gay. Así, en 2017 se celebró el WorldPride en Madrid, siendo a su vez una de las ciudades más multitudinarias en lo que a la celebración anual se refiere. Otras ciudades como Londres, París, Roma o Ámsterdam, son también relevantes a la hora de la celebración.

En Madrid, por ejemplo, los organizados de MADO ( Asociación de Empresarios y Profesionales para LGTB de la Comunidad de Madrid, el Colectivo LGTB de Madrid y la Federación Estatal de Lesbiana, Gays, Transexuales y Bisexuales), junto con voluntarios, diseña la semana del Orgullo. Las actividades son desde conciertos de iconos del colectivo (como Alaska o La Prohibida) hasta la mítica carrera de tacones.

Además, hay un pregón oficial que, cada año, tiene un protagonista y la manifestación acompañada del desfile que va desde Atocha hasta la Plaza de Colón.

Gran Canaria, Barcelona, Sevilla, Valencia, Bilbao.. son otras de las ciudades españolas donde las celebraciones de la Semana del Orgullo Gay tienen éxito.

En América, las manifestaciones más importantes del norte del continente tienen lugar en Nueva York, Ciudad de México, Guadalajara, San Francisco y Toronto. En América del Sur destaca la marcha de Sao Paulo y Bogotá. En Buenos Aires se decidió cambiar la fecha y se realiza el primer sábado de noviembre para conmemorar el aniversario de la fundación "Nuestro mundo", primer grupo homosexuales de América Latina.

En Australia se celebra el Mardi Gras en febrero, poniendo así fin al verano de allí. En África se celebra también en diferentes lugares: en Sudáfrica es el Johannesbrugo; en Namibia se celebró por primera vez en 2013; en Uganda la primera vez fue en 2016 y terminó en altercados policiales y detenciones.