Sobre el Coronavirus cada vez se descubren más síntomas y más secuelas, incluso en los casos más leves. Varias investigaciones han demostrado que tanto los pulmones como el cerebro se ven dañados por el coronavirus. Así, los médicos se muestran muy preocupados ante las secuelas psicológicas, musculares, neurológicas y los graves problemas respiratorios que presentan los pacientes que logran salir del centro hospitalario.

Consideran que es primordial saber tratarlos, seguirlos y prevenir todas estas secuelas para evitar daños mayores

Aún es muy pronto para poder hablar de las consecuencias de la enfermedad del coronavirus, pero entre los miles de personas que han logrado sobrevivir al COVID-19, los médicos han descubierto algo muy preocupante: las secuelas.

El tiempo es el único que podrá decir si son graves o no, si las secuelas son temporales o se vuelven crónicas e, igualmente, cómo poder evitarlas en un futuro.

Aún así, después de las primeras semanas de colapso en el sistema sanitario, distintos especialistas se preparan para poder realizar el seguimiento de aquellos pacientes que sobrevivieron el virus y fueron dados de alta. Ahora mismo se estudia cuál es su estado de salud actual. Aunque no hay estudios oficiales, solo primeros datos, las observaciones clínicas realizadas preocupan mucho a los expertos.

El coronavirus también dejaría secuelas psicológicas importantes

Los que más preocupan son los casos de aquellos pacientes que tuvieron que pasar por la UCI con una estancia más prolongada de lo que suele ser habitual en condiciones normales y que han podido provocar lesiones pulmonares bastante graves.

Pero lo cierto es que se ha demostrado que el coronavirus puede provocar serios daños en otros órganos y dejar una serie de secuelas de distinta índole: cardiológicas, respiratorias, renales, musculares y/o neurológicas, entre muchas otras.

Además, se ha descubierto que el coronavirus no solo deja secuelas físicas, también podría provocar una serie de consecuencias psicológicas que no se conocían hasta ahora.

En los centros hospitalarios, ya se está pensando en el día después con dos claros objetivos: evitar que los pacientes que han sido dados de altas se vayan a su domicilio con problemas importantes y poder llevar a cabo un seguimiento de aquellos que fueron dados de alta.

Los pacientes de coronavirus que han estado ingresados en la UCI tienen muchas posibilidades de sufrir lo que se conoce como síndrome "post-UCI", que ya fue descrito en el año 2012 por la Sociedad de Cuidados Intensivos de Estados Unidos, que estableció una serie de secuelas.

Primero, por el hecho de que la estancia suele ser bastante larga (entre dos y tres semanas de promedio). Después, por haber necesitado ventilación mecánica de forma prolongada. Y, para terminar, por haber tomado fármacos para permanecer el mayor tiempo posible dormidos y varios relajantes musculares.