España es uno de los países más afectados del mundo, con casi 14.000 muertes atribuidas al Coronavirus. Los límites severos a los movimientos de las personas se siguen extendiendo y las autoridades están tratando de obtener suficiente equipo de protección, para un servicio de salud que ya está muy extendido. Mientras, el uso o no uso de mascarillas sigue en debate.

Políticos indecisos y la OMS en contra de las mascarillas

La Organización Mundial para la Salud (OMS) volvió a insistir en un nuevo documento que desaconseja el uso de las mascarillas para las personas sanas, y limitar el uso al personal de salud.

Sin fecha para el levantamiento paulatino de la cuarentena y las restricciones a la libre circulación, ni los expertos, ni el Gobierno descarta que se imponga el uso generalizado de mascarillas, cuando se retome “la vida normal”. Pero tampoco se definen. Tampoco se sabe si tendrán un precio justo y si estarán disponibles y accesibles para toda la población.

La mascarillas, un elemento más del vestuario

La Comunidad de Madrid está a la búsqueda de mercados para no quedar atada al chino y asegurarse otros canales de abastecimiento de material sanitario y mascarillas para cubrir las necesidades de toda la región.

El mismo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez esquiva responder y definir si, finalmente, las mascarillas formarán parte del atuendo de los españoles de manera obligatoria.

Pero al mismo tiempo, en su última aparición aseguró que garantizará la provisión de mascarillas y alcohol en gel para los trabajadores y la población, con precios controlados para evitar la especulación y que esté disponible para los sectores más vulnerables.

Al igual que muchos países, España se está enfrentando al contrabando y la venta ilegal de máscaras y guantes para combatir el coronavirus, así como limitar el daño causado por los sitios web, que afirman vender medicamentos que pueden tratar el virus.

El gran negocio del contrabando y la falsificación

La semana pasada, la Guardia Civil anunció que había incautado alrededor de 69.000 mascarillas y más de 5.000 gafas y guantes en aeropuertos y puertos de entrada. Los equipos eran para ser subastados on line. Alrededor de 7.000 mascarillas importadas de Ecuador fueron confiscadas en Gijón, mientras que otras 11.000 fueron confiscadas en Islas Canarias.

Sin embargo, las incautaciones más importantes se han producido en Madrid, donde se han recuperado alrededor de 44.000 mascarillas. También está el problema de los productos de mala calidad o falsificados, que representan un grave riesgo para los pacientes potenciales, y estas son batallas que se libran en toda Europa.

La policía financiera de Italia también ha comenzado los controles para identificar el fraude comercial y el aumento fraudulento de los precios. El viernes anunciaron una redada en la ciudad de Piana, donde se incautaron 900 kits para el diagnóstico de coronavirus. Los kits carecían de certificación nacional o europea y se ofrecían ilegalmente a la venta por Internet.