Con la puesta en marcha del desconfinamiento, varias medidas se están llevando a cabo en el estado de Nueva York. Tras un mes a orillas del río Hudson, el buque Comfort pone de nuevo rumbo a su base y se despide de la ciudad, donde ha prestado servicio durante la pandemia.
El pasado 30 de marzo el navío realizaba su llegada a Manhattan, principal foco de coronavirus. Tras dos días navegando desde Norfolk, Virginia, el buque hospital más grande del mundo llegaba al Pier 90, donde el alcalde de Nueva York Bill de Blasio, la Infantería de la Marina, guardacostas, policías y un gran número de ciudadanos le recibían con esperanza.
Y no era para menos, ya que en sus algo más de 270 metros de largo alberga 12 quirófanos, 1.000 camas, un servicio de optometría, un servicio de odontología, dos plantas productoras de oxigeno medicinal, el banco de sangre móvil más grande del mundo con capacidad de hasta cinco mil unidades de sangre, cuatro equipos de rayos, entre otras dotaciones médicas.
Esta no es la primera vez que el buque Comfort ha estado en Manhattan
El buque Comfort llegaba para dar apoyo y servicio durante la pandemia, pero esta no era la primera vez que navegaba por aguas neoyorquinas. También estuvo el 11 septiembre de 2001, durante el ataque a las Torres gemelas prestando ayuda en medio de un conflicto diferente.
Su gemelo, el buque Mercy, también ha estado en territorio Americano apoyando en la costa oeste de California, convirtiéndose en el hospital más grande de la ciudad.
El principal objetivo de ambos buques era recibir pacientes con patologías no Covid-19, lo que es lo mismo, cualquier persona que no tenga contagio de Coronavirus de esta manera se descomprimirían los hospitales.
El buque quedó dividido en dos áreas: la roja y la verde
Pero mientras transcurrían los días, el buque Comfort recibía muy pocos pacientes. "El protocolo de entrada al buque era muy estricto. En medio de la situación se cambió la orden, y el buque quedó dividido en dos áreas, la verde con 500 camas para prestar servicio a pacientes sin Covid-19 y la roja con otras 500 camas para recibir pacientes infectados por Coronavirus", nos cuenta desde Argentina el cirujano cardiovascular, Marcelo Nahin.
El doctor Nahin ha prestado servicio a bordo del buque Comfort representando a los cascos blancos, organización gubernamental del Gobierno argentino que presta ayuda humanitaria durante catástrofes. "Durante cinco meses el buque Comfort navega por Latinoamérica prestando servicio en zonas donde ha ocurrido alguna catástrofe. El equipo médico dentro del buque está compuesto por un staff de 1.200 personas e invitan a 200 médicos extranjeros a participar", relataba el doctor.
Al día se realizaban 12 cirugías
Según el cirujano, el trabajo dentro del buque fue alucinante, para él esta ha sido: "una experiencia inolvidable". Durante once días prestó servicio en la frontera de Venezuela operando a inmigrantes venezolanos, que intentaban traspasar la frontera hacia Colombia.
"A las siete de la mañana teníamos que estar en quirófano, listos para empezar el día. La situación era de régimen militar. Al día se practicaban ciento dieciséis cirugías en doce quirófanos situados en el sector medio, dónde había menos movimiento. Si el mar estaba picado, las cirugías que primero se suspendían eran las de los ojos".
La vuelta a la normalidad tras la pandemia no será rápida, dos años aproximadamente
Un auténtico salvavidas móvil, que durante estos días le ha tocado lidiar en Nueva York en un frente desconocido y con futuro aún incierto. "La vuelta a la normalidad no será rápida, dos años aproximadamente. No se puede sacar tan rápido una vacuna, la mas rápida que se ha creado hasta el momento tardó cuatro años en desarrollarse".
"Un laboratorio durante un año puede producir cinco millones de dosis, lo que para la producción a escala mundial es un problema para la vacuna. Nunca la medicina estuvo mejor para soportar una pandemia, pero tenemos que lidiar con un enemigo invisible y peligroso" explica el cirujano.