El Ministerio de Sanidad ha decidido pedirle a las distintas Comunidades Autónomas que en las Unidades de Cuidados Intensivos se disponga de un número de camas duplicado y que se aumente la capacidad anterior a cuando empezó a expandirse la pandemia de la COVID-19 en España.
Salvador Illa, el ministro, ha entregado un informe de Sanidad acerca de las recomendaciones para la desescalada del confinamiento, del cuál también se han hecho eco Pedro Sánchez y Fernando Simón.
El inicio de la fase de transición consistirá en reforzar medidas ya impuestas
El documento dice que los refuerzos en todas las Comunidades Autónomas que se habían iniciado en las últimas semanas deberían de hacerse más sólidos y que las capacidades adicionales estén disponibles dentro de poco.
Fernando Simón ha dejado de manifiesto durante una rueda de prensa que este informe ha sido preparado para que se empiecen a plantear las condiciones que se necesitarán para el inicio de esta fase de transición. Dicho documento habla sobre lo importante que es la Atención Primaria y mantener las medidas de protección que hasta ahora se han seguido de forma estricta.
Para que se puedan evitar contagios dentro de los centros de salud, Salvador Illa defiende que habría que establecer lugares específicos para las personas sospechosas de tener COVID-19 y reforzar la atención a domicilio si las patologías de estas personas lo permiten.
Grandes grupos de población podrían sufrir un confinamiento total o parcial durante mucho tiempo
Aparte de todo esto, deja ver la gran importancia de que las personas que trabajan en los hospitales tengan acceso a los Equipos de Protección Individual y el que se garantice que en los hospitales haya suficientes en caso de un rebrote.
Por otro lado los expertos advierten de que, para que la pandemia se pueda controlar, puede exigirse que grandes grupos de población se confinen total o parcialmente durante un largo período de tiempo para tener un margen para el desarrollo de la vacuna que podría tardar más de un año en estar creada.
Subrayan que para reducir todo lo posible los casos de Coronavirus tendrían que imponerse medidas enormes de distanciamiento social que incluirían un confinamiento total o parcial de numerosos grupos de población durante mucho tiempo, para así eliminar el virus o desarrollar una vacuna que podría tardar más de un año.
Se puntualiza que para tratar de controlar la pandemia no se pueden basar en la inmunidad que pueda desarrollar la población al virus. El objetivo de esta estrategia es que los casos de coronavirus se reduzcan hasta que el nivel pueda ser asumido por el sistema sanitario, evitando el colapso al que ha sido sometido en esta primera ola de la pandemia.