Una noticia ha provocado mucha indignación en las redes sociales y en los medios de comunicación de medio mundo: el brutal asesinato de Yelena Grigórieva en la ciudad de San Petersburgo. La joven se había hecho muy popular en el país gracias a su labor en defensa de los derechos de las minorías “sexuales”, pero su presencia era constante en otro tipo de causas sociales o políticas.

Era una importante activista rusa que luchaba por la igualdad, por la libertad y el derecho a la vida en la actual sociedad rusa

Con la noticia de la muerte de Yelena Grigórieva, la causa que lucha por recuperar los derechos del colectivo LGTBI+ en un país tan poderoso como Rusia ha perdido una importante voz en una de las ciudades “más europeas” del país, San Petersburgo.

Yelena Grigórieva, una conocida e importante activista, apareció muerta el domingo pasado.

Su cuerpo había sido cosido a puñaladas y abandonado en una calle muy próxima a su domicilio. La razón por la que la activista fue atacada con tal violencia aún está siendo investigada, aunque era público que recibía amenazas de muerte de manera contante por su claro posicionamiento a favor de los derechos humanos y del colectivo LGTBI+

Yelena Grigórieva, de 41 años de edad, se había convertido en una activista muy popular por su trabajo a favor de los derechos de los homosexuales, pero también su presencia era habitual en actos relacionados con la liberación de los presos políticos de Ucrania o contra la reforma de las pensiones, movilizaciones que tuvieron lugar el año pasado y cuya presencia fue primordial para los medios de comunicación.

Según sus compañeros de lucha, Yelena era una importante activista cuyo trabajo se basaba en los movimientos democráticos, del movimiento LGTBI+ y contra la guerra. Hace poco había sufrido un episodio de violencia y recibía amenazas de muerte de forma constante, pero no le importaba ese tipo de ataques o amenazas, algo habitual en un país donde ser homosexual está perseguido y donde matar a una persona homosexual no es sancionado por la ley.

La última vez que fue detenida fue el pasado mes de mayo durante una manifestación a favor del colectivo LGTBI+

Sin embargo, todo el mundo sabe que su asesinato ha sido por razones políticas, ya que era la única manera de callar a una persona que siempre se caracterizó por su comportamiento, su vitalidad y su personalidad. Por culpa de su activismo fue detenida en varias ocasiones por agentes antidisturbios. La última vez que sucedió eso fue el pasado mes de mayo durante una manifestación a favor del colectivo LGTBI+, durante unas acciones en contra de la transfobia, la homofobia y la bifobia.