Borja, el joven que acabó con la vida de un ladrón de forma accidental, finalmente, no tendrá que ir a la cárcel. Un juzgado de la capital de Málaga ha decidido otorgar la suspensión de la pena de cárcel al joven Borja, el joven de la ciudad andaluza que fue condenado a una pena de prisión de dos años y a una multa por un valor de 180.000 euros para cubrir una indemnización por haber cometido un delito de homicidio involuntario como resultado de una imprudencia grave, por la muerte de un delincuente habitual que acababa de robar el bolso a una mujer al que el protagonista de esta historia se enfrentó en plena calle.

El magistrado considera que no hay riesgo de que el joven cometa algún delito

El juez le otorga una moratoria por un periodo de cuatro años, con la condición de que no vuelva a cometer ningún tipo de delito, que comunique si cambia de dirección de residencia y que haga frente a la responsabilidad civil en la manera y dentro de los plazos que el juzgado marque. Igualmente, en el auto se deja recogido que el joven no ha llevado a cabo ningún acto de infracción penal, con anterioridad, por lo que no se considera que vaya a cometer delitos en el futuro.

La polémica sentencia ha considerado probado que el acusado y las personas que lo acompañaban, decidieron acudir en la ayuda de una mujer que estaba siendo golpeada por dos personas para poder robarle el bolso que llevaba y que, justo después, con el objetivo de recuperar el bolso de la mujer, salió corriendo tras uno de los ladrones, con el que tuvo lugar un forcejeo y una pelea.

El acusado le dio dos puñetazos en medio del forcejeo al ladrón y este cayó al suelo, golpeándose la cabeza, lo que le provocó un traumatismo craneoencefálico con una hemorragia cerebral.

Unos días después del incidente, el hombre falleció en el hospital.

Sobre los 180.000 euros de la indemnización que debe hacer frente el acusado para los familiares de la víctima, el auto señala que el joven se había comprometido que iba a llevar a cabo pagos, mes a mes, de unos 250 euros, ya que cuenta con unos ingresos económicos bastante limitados.

Esta cantidad se considera que es una demostración del compromiso por parte del joven a la hora de hacer frente a la responsabilidad civil.

Los hechos por los que el joven fue juzgado tuvieron lugar el 8 de febrero del año 2015, a las 7,45 horas de la mañana, en la localidad malagueña de Fuengirola, cuando el joven, junto con dos compañeras, vio como una mujer de mediana edad, que iba a trabajar como limpiadora de un hotel, estaba recibiendo una paliza por parte de dos individuos que le querían robar el bolso. El hombre que falleció era un delincuente habitual, con graves problemas de drogadicción, que llevaban años alejado de su familia.