La Policía y la Guardia Civil estarían estudiando la posibilidad de grabar a los conductores que parecen estar bajo los efectos de las drogas y, de esta manera, poder llevarlos ante un juez.

Se llevaría a cabo la grabación, de manera independiente, al resultado de la prueba de saliva que se le realice al conductor. La Fiscalía ya habría dado estas instrucciones a todos y cada uno de los cuerpos de seguridad. Durante el año 2018, un 43,4% de los conductores que fallecieron en accidente de tráfico, en el territorio español, dieron positivo en alcohol, medicamentos o drogas.

La Fiscalía habría facilitado una serie de instrucciones para saber qué hacer en estos casos

Ante estos datos, la Fiscalía habría dado una serie de instrucciones a los cuerpos del Estado para que puedan llevar ante un Juez a cualquier conductor que pueda reunir un conjunto de signos que indiquen que podría haber consumido algún tipo de droga, sin tener en cuenta los resultados de la prueba de saliva que se le haya realizado, y tendrían permitido grabar este tipo de actuaciones como prueba.

Por esta razón, la Fiscalía habría remitido un acta con un conjunto de signos externos para poder determinar si un conductor está bajo el efecto de las drogas al volante tanto a la Guadia Civil, la Ertzaintza, los Mossos d'Esquadra, la Policía Foral de la Comunidad de Navarra y a todos los cuerpos de la policía local, que entrarían en vigor este mismo viernes para que puedan rellenar, en el control, los síntomas que puedan apreciar y que puedan marcar las pautas adecuadas para realizar un atestado que le lleve ante el Juez.

La mayor parte de los casos acaban en una simple sanción económica

Incluso, Bartolomé Vargas, el fiscal coordinador del área de Seguridad Vial, ha explicado que el objetivo de estos cambios es intentar que los agentes de tráfico no solo abran expedientes de tipo administrativo que solo acaben en sanciones económicas, sino que terminen en un procedimiento judicial en los que los magistrados puedan valorar las mencionadas pruebas a la hora de establecer una condena.

Más de 53.000 condenas que se dictaron a lo largo del año 2018 fueron por delitos vinculados a conducir bajo los efectos de las drogas y del alcohol -un 10% más que en el año 2017-, menos de 200 acabaron delante de un juez.

Esta medida por parte de la Fiscalía sería una nueva medida ante los datos facilitados por el Instituto Nacional de Toxicología que indica que los conductores fallecidos en accidente de tráfico, tras haber consumido drogas (sobre todo, cocaína y cannabis) habrían aumentado en nueve puntos en el período de tiempo entre el año 2008 y 2018.