La serie documental de cinco capítulos sobre el crimen de Alcasser producida por Ramon Campos (Bambú Producciones) y emitida por Netflix ha vuelto a reavivar el truculento suceso ocurrido en 1992 donde tres niñas de catorce y quince años perdieron la vida. Las familias de las víctimas han sido las más afectadas por el revuelo mediático, alimentado por el hallazgo de unos restos encontrados en la fosa La Romana y la muerte de una de las caras más relacionadas con el suceso: el periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco.

Un dolor insoportable

Alcasser ha tenido que revivir un resurgimiento del suceso que hizo al pueblo famoso en 1992.

Las familias de dos de las niñas (Toñi y Desireé) han afirmado encontrarse destruidas ante toda la polvareda mediática que ha supuesto el documental de Netflix. Según José Gil, psicólogo del Ayuntamiento, se ha tenido que establecer un protocolo de ayuda para los padres de Toñi (Fernando y Luisa) y la madre de Desireé (Rosa Folch). El profesional argumenta que estas familias ahora se ven abocadas a volver a experimentar el terrible dolor que les costó mucho tiempo superar.

Todo el pueblo afectado

El impacto de El crimen de Alcasser (Bambú Producciones) no solo se ha reflejado en los progenitores de las niñas. Hermanos, primos y sobrinos se encuentran también afectados por la repercusión nacional, viendo como en 26 años vuelven a ser objeto de deseo de periodistas y medios de comunicación, así como de nuevas generaciones que buscan saber sobre los misteriosos eventos que rodean el suceso.

José Gil critica que se centre de nuevo la atención en las víctimas y carga contra el tratamiento de las empresas de comunicación que usan el dolor como espectáculo.

Turismo necrológico

El mito de Alcasser ha llevado a un curioso fenómeno consistente en una peregrinación de curiosos en busca de información sobre el triple crimen.

Según un docente de la localidad, el pueblo se encuentra bajo una auténtica pesadilla tras el hallazgo de unos huesos en la fosa La Romana (lugar donde se encontraron los cadáveres de las niñas), lo que ha llevado a que todo el mundo se haga preguntas incómodas.

Concatenación de casualidades

El hallazgo de los extraños huesos por parte de una pareja de Gandía y su posterior traslado al Instituto Nacional de Tóxicología en Madrid es solo una de las tantas rarezas alrededor de Alcasser tras la emisión de la serie de Netflix.

La muerte de Juan Ignacio Blanco (criminólogo e investigador del caso) dio más alas, si cabe, a la teoría de la conspiración, y los que se han atrevido a apoyarla han recibido una reprimenda. Es el caso de Beatriz Talegón, que por hacerse eco de la noticia, se tuvo que enfrentar a Risto Mejide y Ramón Campos en el programa Todo es Mentira de Cuatro, mientras acertaba a decir que solo daba difusión a un tema de interés.