El 13 de noviembre de 1992, tres adolescentes que hacían autostop desaparecieron misteriosamente en la zona de Alcàsser, un municipio español perteneciente a la Comunidad Valenciana.

Toñi Gómez, de 15 años; Míriam García, de 14; y Desirée Hernández, también de 14 años, se dirigían a la discoteca 'Coolor', ubicada en la vecina localidad de Picassent. Sin embargo, pese a ser recogidas por un pareja -Francisco Hervás y Mari Luz-, que dejó a las niñas en la gasolinera Marí Picassent, estas nunca llegaron a su destino.

Informes oficiales señalan que las adolescentes subieron a un vehículo ocupado por dos sujetos cuanto menos y, tras esa fatídica noche del 13 de noviembre de 1992, jamás fueron vistas nuevamente con vida.

El hallazgo de los cuerpos

La búsqueda de las niñas concluyo el 27 de enero de 1993, a los tres meses de la desaparición, cuando dos apicultores encontraron semienterrados los cadáveres de las jóvenes.

El hallazgo fue macabro. Dos de las chicas habían sido decapitadas y, al examinar los cuerpos, había rastros de abuso y tortura.

El crimen más mediático de España

Muchos piensan que los medios de comunicación llevaron el caso con sensacionalismo y poco tacto hacia las familias afectadas. Incluso se dice que tras este crimen se dio inicio a la llamada telebasura en este país.

La cobertura de la prensa fue de tal magnitud que, inmediatamente, muchas cadenas se trasladaron a Alcàsser, donde entrevistaron a familiares y amigos de las victimas e incluso fueron el canal a través del cual muchos de ellos se enteraron de la tragedia.

Se dice que las televisiones convirtieron el dolor que ocasionó el crimen en todo un show mediático, que no vio su fin hasta que concluyó el juicio y se dictó una sentencia.

Los medios llegaron a dar la noticia del hallazgo de los cuerpos antes de que se les notificara formalmente a los familiares. Según la madre de Miriam García, ella se entero por los informativos de la aparición del cadáver de su hija.

Los sinsabores de un caso sin resolver

Enrique Anglés, Miguel Ricart y Antonio Anglés fueron los principales sospechosos del terrible crimen.

En el lugar donde yacían las niñas, se encontraron varios trozos de papel que correspondían a un volante del Hospital La Fe de Valencia, el cual estaba a nombre de Enrique Anglés, quien había sido atendido de sífilis hacía unos meses.

Tras la detención de varios sospechosos, se logró capturar a Miguel Ricart, quien confesó haber participado en el crimen en su primera declaración. Ricart y Antonio Anglés fueron los dos únicos condenados por el triple asesinato.

Enrique Anglés fue puesto en libertad el 30 de enero, mientras que su hermano Antonio aprovechó un permiso penitenciario para darse a la fuga de la cárcel de Picasset.

Hasta la fecha se desconoce el paradero de Anglés. Se sabe que llegó hasta Valencia, donde se tiñó el cabello para pasar desapercibido. De allí, las autoridades le situaron en Portugal, donde se coló como polizón en un barco irlandés y fue detenido. Pero horas antes de atracar en Irlanda, logró escapar de nuevo.

A fecha de hoy, la Interpol mantiene a Antonio Anglés en la lista de delincuentes más buscados del mundo.

El documental de Netflix vuelve a poner en tela de juicio la investigación

El 14 de junio se estreno en Netflix un documental de cinco episodios sobre este terrible crimen.

Titulado 'El caso Alcàsser', promete desentrañar la tragedia y dejar en evidencia los supuestos fallos de la investigación, así como el tratamiento mediático que recibieron los hechos.

El documental ya es uno de los más vistos en la plataforma, y asegura brindar al espectador otra visión sobre el caso.