La empresa de VTC, Cabify, ha anunciado su regreso a la ciudad de Barcelona, después de que tomará la decisión de marcharse durante la última huelga del taxi. Se aplicarán quince minutos para adaptarse a la normativa En esta ocasión aplicará un tiempo de antelación a la hora de contratar sus servicios de quince minutos. Dicho cuarto de hora se aplicará a las condiciones contractuales, no a cada uno de los viajes.

Cabify volverá desde este jueves a operar en la ciudad condal tras estudiar una manera de adecuar su modelo de negocio a los nuevos límites impuestos por la Generalitat.

Según un comunicado enviado por la empresa, solo aplicará el cuarto de hora de preaviso que es obligatorio en el decreto del Gobierno de la Comunidad Autónoma de Cataluña, en la primera reserva que se realice, no en todos los viajes.

Una vez que el cliente haya aceptado las nuevas condiciones de la contratación y haya trascurrido el periodo obligatorio bajo la normativa (o sea, un mínimo de 15 minutos), el usuario de la plataforma de Cabify podrá contratar el servicio siempre que lo necesite, sin respetar ese tiempo de preaviso.

Según el equipo legal de la plataforma, esos quince minutos de precontratación tienen que aplicarse solamente cuando se aceptan las nuevas condiciones del contrato y no cada vez que el mismo usuario decide contratar un viaje.

De esta manera, Cabify logra sortear la normativa aplicada por la Generalitat.

Cabify, igual que sucedió en el caso de Uber, tomó la decisión de abandonar Barcelona el pasado 1 de febrero, el mismo día que entró en vigor el decreto firmado por la Generalitat para que fuera obligatorio que se precontratase el servicio de un VTC (siglas de vehículo de alquiler con conductor).

La empresa no está de acuerdo con las políticas de la Comunidad

De esta manera, cualquier usuario que decida utilizar los servicios de Cabify en la Comunidad Autónoma de Cataluña y desee seguir haciéndolo solo tendrá que aceptar las condiciones del contrato una vez. En términos generales, el nuevo contrato indica que Cabify renuncia a gestionar el servicio como si fuera una agencia de viaje y lo hará como si fuera una empresa de transportes.

Cabify volverá a trabajar con una flota inicial conformada por 300 vehículos, lo que podría provocar retrasos en las horas de mayor demanda. Aunque la propia empresa ha indicado que este será un problema meramente transitorio.

Cabify ha indicado que su regreso a la ciudad de Barcelona no es sinónimo de estar de acuerdo con la nueva política llevada a cabo en la ciudad condal. Únicamente es la demostración de que la empresa está comprometida con la ciudad, con sus empleados y sus clientes. La empresa sigue manteniendo que esta nueva normativa es un error para la ciudad y solo afectará a la calidad de los ciudadanos y a los empleados.