François Ozon es conocido mucho por los cinéfilos, que recuerdan que su mejor película, “En la casa”, basada libremente en la obra teatral del español Juan Mayorga, ganó en 2012 la Concha de Oro del Festival de San Sebastián. Su estilo entre Hitchcock y Polanski fascinó al Jurado y al público.

Conocido en Francia como “el Almodóvar francés”, porque, como el cineasta manchego, trata los temas sin prejuicios morales, y toda su obra pasa de un género a otro, desde la comedia popular (“Potiche”) al drama romántico con trasfondo bélico (“Frantz”), pasando por el thriller (“Swimming Pool”).

Salvo el Cine X y la Ciencia-Ficción, ha tratado de todo. Pero le faltaba tocar un subgénero: el cine de denuncia basado en hechos reales. Y lo ha encontrado en unos terribles hechos ocurridos en Francia, ahora juzgados en los Tribunales como nunca se había visto: los abusos sexuales cometidos por curas católicos durante años en la ciudad de Lyon.

El Cardenal Barbarin podría ir a la cárcel

Por ello, el Cardenal Barbarin, muy poderoso en la Iglesia francesa, ha tenido que declarar como imputado en un juicio que ha conmovido y escandalizado a Francia. Y podría él mismo ir a la cárcel como máximo responsable del asunto, ya que la Justicia francesa ha decidido que no prescribiesen los cargos de abusos de más de veinte o treinta años.

Ozon ha presentado en el prestigioso Festival de Berlín “Gracias a Dios”, un filme donde el cineasta se ha documentado a fondo para denunciar aquellos abusos. Se basa en testigos y víctimas de los abusos del Padre Bernard Peyrat, que formaron una Asociación, Parole Libérée (Palabra liberada). En su Parroquia de Lyon, Peyrat abusó de decenas, o incluso centenares, de niños durante décadas.

La trama se centra en Alexander, víctima de Peyrat, que de mayor, se casó, tuvo cinco hijos y es muy creyente, pero nunca cejó en acusar al sacerdote de lo que le hizo. Incluso lo contó a sus hijos, para que nunca les pasara lo mismo. Lo encarna en la pantalla Melvil Poupaud.

Los abogados del Padre Peyrat exigen retrasar su estreno

Pues “Gracias a Dios” se encuentra con que no podría ser estrenada en Francia en la fecha señalada, el 20 de febrero, por la oposición a ello de gente variada. Primero, los abogados del Padre Peyrat, que está siendo juzgado junto con el Cardenal Barbarin, y gente más poderosa de la Iglesia y los laicos, como alguien que ha exigido que Ozon omita su nombre de la trama de la película. El cineasta recuerda que solo se han podido filmar en Lyon los exteriores, ya que la oposición a que se cuente esta historia ha obligado a rodar las escenas de interiores en Luxemburgo y Bélgica.

Ozon no cree que su película, cuando se estrene, influirá en el juicio al Cardenal Barbarin y quienes han encubierto todos los abusos. “El sistema judicial francés es más fuerte que cualquier película”, comentó.