Mucha gente se equivoca y considera que la inteligencia de un individuo tiene que ver directamente, con su capacidad intelectual. Pero, tener la cualidad de ser inteligente no tiene nada que ver con ello.

¿Qué se entiende por inteligencia?

Es una facultad mental que hace que se tenga una gran capacidad de aprendizaje, las habilidades sociales que uno posea, la facilidad de poder entablar nuevas amistades, el poder entender el mundo que le rodea o tener la destreza de situarse en el lugar de otras personas de forma emocional.

Todas estas capacidades unidas en la misma persona hacen que estemos ante lo que se conoce como persona "inteligente".

Pero, ¿cuáles son los rasgos más importantes de una persona inteligente?

  • Flexibilidad.

Una persona inteligente se caracteriza por tener una gran flexibilidad a la hora de entender las ideas de los demás: pueden escuchar las opiniones de otros, reflexionar sobre ello e, incluso, modificar su manera de pensar sobre un determinado tema, siempre que le den buenos argumentos que vayan en contra de su manera de pensar y se pueda debatir. Las personas inteligentes odian aferrarse a una determinada idea o convicción. Se caracterizan por poseer la capacidad más bien crítica y de análisis, que les permite tener sus propias conclusiones sobre un determinado asunto.

  • Se preguntan todo.

Si un adjetivo puede describir lo que es una persona inteligente es ser "escéptico": dudan y desconfían de cualquier tema.

Antes de creer al 100% algo que les cuentan, necesitan comprobar que no hay cabos sueltos.

  • 100% empáticos.

Ser empático es mucho más complicado de lo que la gente puede llegar a pensar. Las personas que son capaces de comprender lo que sienten emocionalmente los demás, que llegan a ponerse en su lugar, son inteligentes emocionalmente hablando.

  • Realizan grandes y certeras preguntas.

Para poder llegar a la respuesta correcta sobre algo, hay que hacer la pregunta más oportuna. Las personas inteligentes hacen preguntas oportunas y suelen cuestionarse a sí mismos.

  • No tienen problemas a la hora de reconocer que no saben sobre algún tema

Una persona inteligente no va a alardear de lo que no conoce, ni se considera superior a los otros miembros de un grupo; sabe que así solo quedaría en evidencia.

Las personas que son inteligentes no tienen problemas a la hora de decir que no tienen conocimientos sobre un tema o que quieren aprender. En su fuero interno saben que siempre se puede aprender y mejorar y no dudan en poner medios para ello.