De acuerdo con la Guardia Civil presente en el lugar, el perro en cuestión se escapó de la casa de su dueño atacando a las personas que se encontraban en las adyacencias del centro de salud en la localidad madrileña de Colmenarejo. Los primeros heridos fueron dos personas de edad avanzada que se encontraban a las puertas del lugar. Acto seguido agredió a una mujer, luego logró perseguir a otra persona dentro de centro de salud.
Pitbull poco confiable
La Comandancia de la Guardia Civil fue la encargada de relatar los hechos después de que conversaran con los testigos y el dueño del can.
Este último explicó que el perro se había escapado de su casa pero aseguraba que el animal mantenía toda su documentación en regla. Recordemos que esta raza canina en concreto es considerada en la comunidad como peligrosa. Todo de acuerdo a las estadísticas planteadas por el Ayuntamiento, en cuanto a los ataques que han surgido de parte de estos animales.
El pitbull mordió primero a dos personas mayores que se encontraban a las puertas del centro de salud. Posterior a ello, mordió a una mujer en el abdomen y pierna propinándole heridas de gran magnitud, las cuales necesitaron numerosas suturas. De acuerdo con los testigos presentes, el can estaba muy agresivo y "gracias a Dios no mató a nadie".
Otro de los testigos llegó a decir que el susto fue peor cuando el perro entró a las instalaciones del Centro de salud.
No obstante, hubo una cuarta víctima que corrió más suerte. El perro no logró alcanzarla, ya que la misma fue perseguida dentro del recinto. Esta persona corrió hasta esconderse en algún lugar del local logrando salir ilesa de la situación.
Ayuda inmediata
La Policía Municipal se encargó del incidente gracias a que llegaron inmediatamente al sitio. Por su parte los integrantes de la Guardia Civil investigan si el pitbull poseía licencia y tenía el alta en el registro de perros de razas peligrosas. La propia Guardia Civil se encargó de llevar al perro al centro de Fenixcan en Guadarrama.
Lugar donde terminarían de realizar las investigaciones y debería permanecer en cuarentena mientras su dueño también recibirá una sanción, solo que administrativa.
Sin embargo, estas no serían las únicas consecuencias con las que correrá el dueño del can. El mismo también tendrá que correr con la responsabilidad de las heridas ocasionadas a cada una de las personas involucradas puesto que debió cumplir con la normativa que obliga a tener al animal con un bozal y una correa de dos metros. Con esto se evitarían casos como el del pasado mes de junio, donde un bebé fue agredido por un perro Staffordshire terrier en Moncloa.