En el Festival de Cannes, en una sección paralela, se proyectó “Carmen y Lola”, que presentaba un amor lésbico, no como en “La vida de Adèle”, que revolucionó la manera de contarlo, sino que es entre dos mujeres gitanas, teniendo en cuenta de que la homosexualidad según sus Leyes, no está más permitida igual a lo que lo que vemos en los países musulmanes.
Dicha película ha sido preseleccionada a los Premios del Cine Europeo, que este año se celebrarán en Sevilla, junto con “Petra” y “Handia”. Pero la gran novedad para los académicos de nuestro continente es ver por primera vez amor lésbico entre gitanas y que la directora sea una Mujer, la vasca Arantxa Etxebarría, lo que rompe con la imagen machista habitual del cine español en el extranjero.
Francia ya ha estrenado la película antes que aquí.
El viernes se estrena en España y ya llegó a Francia
La película se estrena este viernes en salas del país, con mucha expectación, pero ha tenido una polémica desde hace semanas. La asociación Gitanas Feministas Por La Diversidad ha denunciado que dicha película “solo perpetúa los tópicos” y que a su parecer perjudica a su comunidad.
Y la cosa fue a más cuando en el Festival de Cine y Mujeres de Pamplona se canceló la proyección de la película y la asociación dijo haber sido vetada por la propia cineasta. Ella rechazó dicha acusación y dijo que ellas no quisieron en ningún momento dialogar con ella.
La asociación gitana siguió erre que erre con sus acusaciones y lanzó un comunicado duro y crítico: “Ser gitana y lesbiana es difícil en un mundo payocentrista y heteronormativo, no solo en la comunidad gitana como pretende mostrar la película”.
Etxebarría, que se documentó a fondo antes del rodaje, gracias a las entrevistas que hizo a las más de 1.200 aspirantes que se presentaron al casting, dice bien claro que cuenta en la película lo que le contaron todas ellas. Las dos actrices protagonistas, Zaira Romero y Rosi Rodríguez como casi todo el reparto, no son profesionales, por lo que aportan gran naturalidad a sus personajes.
En otro comunicado, ella dice: “[Mi película] También trata de la raza gitana. Desde el máximo de los respetos y del pudor. Como paya, sabía desde un primer momento, que mi mirada hacia el universo gitano sería juzgada y no bien vista por los propios gitanos que han sido pisoteados y vapuleados por la sociedad generalista desde hace siglos”.
Se basó en testimonios de gitanas lesbianas
Además, recordaba, en el largo proceso de preproducción, las cientos de entrevistas con gente relacionada con lo que se cuenta, incluidas gitanas lesbianas que se habían “Escapado con su chica, pero su familia les había ‘desterrado’ y no podían tener contacto con sus propios padres. No es fácil tener 17 años, sin familia y ser lanzada al mundo payo, donde te van a excluir inmediatamente por ser gitana”. O las que, pese a ser lesbianas, tenían que estar “pedidas” con algún chico (comprometidas en futuro matrimonio). Pero lo curioso es que a la asociación no le gustó que tratara el lesbianismo, “cuando hay más temas”.
Y por último, dijo que si su película fue retirada del festival pamplonica, fue por que le avisaron de que la asociación feminista gitana mencionada pensaba manifestarse ante el cine, y le aconsejaron no proyectarla. Veremos cuando se estrene el viernes, el veredicto del público.