La joven que ha denunciado los hechos ocurridos en Pozoblanco, meses antes de que La Manada viajara a San Fermín, ya no vive en el pueblo. Sin embargo, en poco tiempo, tendrá que revivir lo ocurrido aquella madrugada cuando el Guardia Civil la ofreció a llevarla en su coche hasta su casa. Solo recuerda que se despertó en el asiento trasero, semidesnuda. Que, según su relato, el joven la golpeó varias veces porque ella no quiso mantener relaciones sexuales y que después de esto la bajó del vehículo.
Estos hechos ocurrieron el 1 de mayo del 2016, en Sevilla.
Los amigos, al parecer, repitieron un modus operando similar al de San Fermín. Enviaron fotos y vídeos de los supuestos abusos al grupo que compartían llamado La Manada. Algunos de los integrantes, bromearon con la situación, preguntando si habían utilizado Cloroformo o Bukake.
Que los vídeos y textos que los amigos compartían son aberrantes, sin embargo, ninguno de los lectores o espectadores de esas imágenes y comentarios, cuestionan la publicado. Ni que decir de denunciarlo. Los amigos que no participan físicamente de los actos presuntamente vejatorios del grupo, lo celebran a la distancia, agradecidos de ser tenidos en cuenta.