Según las últimas informaciones, alrededor de 80 personas murieron como consecuencia del ataque químico a Duma, la pasada semana. Entre las víctimas se hallaban niños, que al igual que los adultos, han perecido (en la gran mayoría de los casos) por asfixia.

Pese a que Bashar Al Assad no lo ha confirmado, sí han denunciado la atrocidad de los hechos los Cascos Blancos. Denuncia que ha sido respaldada por Reino Unido y Estados Unidos, motivando un nuevo ataque el sábado.

La metodología utilizada, en esta ocasión, por el régimen de Bashar Al Assad, ha sido calificada por numerosos organismos de salvaje.

Los cascos blancos describieron el ataque como un barril bomba arrojado contra la población civil desde un helicóptero. El bombardeo se produjo minutos antes de las 20:30 (hora local) muy cerca del la zona conocida como el Cementerio Antiguo.

Al parecer, la decisión de Al Assad se habría precipitado al no lograr los resultados que esperaba de las negociaciones con lo rebeldes.

La ciudad de Duma pertenece Damasco, según el censo del 2007, su población no superaba los 120 mil habitantes. Es una de las ciudades con mayor población de Siria y aún está bajo el dominio de los rebeldes al régimen.