Estos días hay una petición colectiva que en Francia ha causado una enorme polémica, que tiene que ver con la Sanidad, y que tiene una preocupante cifra de encontronazos y abusos sexuales tanto de médicos a pacientes o de pacientes a enfermeras.

Agnès Buzyn, Ministra de Sanidad francesa del Primer Ministro Edouard Philippe, recibió el martes un escrito firmado por muchas mujeres y hombres de la Medicina francesa, entre ellos Jean-Paul Hamon, Presidente de la Federación de Médicos de Francia, de ideología liberal.

'Depredadores sexuales con bata blanca'

Piden prohibir que haya relaciones sexuales entre médicos y pacientes, ya que hay muchas víctimas de “Depredadores sexuales con bata blanca” o “sobre el diván”. Es decir, muchos casos de terapeutas que manipularon a sus pacientes y las incitaron a tener Sexo. Además, el Código Deontológico médico obliga a abstenerse de este tipo de relaciones, consentidas o no, para el mejor ejercicio de su profesión.

Pero lo que denuncia este escrito es algo que ya ha causado polémica en la sociedad francesa. Varias mujeres dieron su testimonio en el foro de Dominique Dupagne, médico generalista y colaborador en la radio.

Muchos de ellos se han incorporado al texto.

No obstante, se cree que no podrá llegarse a hacer justicia en dichas prácticas alejadas de la Ética, como recuerda dicho texto: “Las querellas judiciales de las pacientes seducidas y manipuladas por su médico, son sobre todo declaradas irrealizables”. Además, como pasa con las violaciones en otros ámbitos o la Violencia de género, pocas víctimas llegan a denunciar a sus agresores o manipuladores.

Sancionar a médicos acosadores sin tocar la vida privada

En la Sanidad pública francesa, en 2016, hubo 35 denuncias, que son “una ínfima parte” de las agresiones que en realidad hubo. Dupagne cuenta que hay un corporativismo muy alto en la Sanidad pública “que defiende a los notables”.

Defiende endurecer las penas para evitar abusos de médicos a pacientes, pero al mismo tiempo, quiere encontrar una manera de no perjudicar la vida privada de ellos, sobre todo si son personas “libres y consentidas”, algo a lo que tampoco quiere llegar, prescindiendo de puritanismos hipócritas.

Meses después del escándalo Harvey Weinstein, que enfureció a las mujeres de medio mundo, a la Francia aparentemente más liberal en el sexo y que parece que ha conseguido conciliar a ambos sexos en lo del amor y las relaciones íntimas, le alcanzó de manera directa, aunque menos visceral que en EE. UU. Precisamente, causó polémica el Manifiesto de 100 Mujeres, encabezadas por la actriz Catherine Deneuve, que no querían ser tan beligerantes con los hombres.

En esto entraría el tema espinoso y polémico que contamos en este artículo, donde las mujeres han sido acosadas por médicos, no han ido en ningún momento a ligar con ellos, algo a lo que nos han acostumbrado aquellas películas para adultos de hace décadas, y que hasta ahora no parecía querer salir a la luz, pues lo sexual se aceptaba en Francia con naturalidad. Hasta que cayó el mito de la película “El último tango en Paris”, con su director, Bernardo Bertolucci, acusado de complicidad en un intento de violación de la actriz Maria Schneider sin avisarle antes.

Un mito que se incluía en los itinerarios turísticos por Paris, aunque se sigue incluyendo, como el puente Bir-Hakeem sobre el río Sena, que aparecía en el filme, ya que una cosa es la actitud del director y otra la calidad de dicha película, que revolucionó en su tiempo la manera de presentar el amor extremo o “fou”.