De la desaparición de Diana Quer, de la búsqueda desesperada y de bucear en la intimidad de su familia hemos aprendido algo. No ha sido total, ni completo, ni siquiera se aproxima a una forma de cubrir los casos que más espantan a una sociedad, sin embargo, un pequeño paso hemos dado.
Cuando desapareció el pequeño Gabriel, el impulso por entrometernos en la vida familiar, por momentos fue contenido. Los padres de Mari Luz Cortés, Marta del Castillo y Diana Quer han dado un ejemplo más a la sociedad española. No pretenden vengarse, lo han dicho en reiteradas oportunidades, especialmente este fin de semana, con motivo de celebrarse en todo el país marchas en contra de la derogación de la Prisión Permanente Revisable.
Es una manera de transformar el dolor en una lucha a favor de la justicia.
Diana López Pinel ha declarado durante la manifestación del sábado en la Puerta del Sol de Madrid, que ha su hija le quitaron 70 años de vida. Algo similar contestó el padre de la pequeña Mari Luz Cortés, asesinada en el 2008. La plataforma que los familiares de la víctimas han creado para pedir que no se derogue la ley cuenta con más de dos millones y medio de firmas, pero todavía necesitan llegar a los tres millones.