El precariado incrementa cuando el mercado globalizado conlleva competir todos con todos para una serie limitada de tareas;

  • Más gente dispuesta a hacer la misma tarea (mayor demanda) = disminución de salarios (menor oferta).

Las tareas repetitivas, monótonas, enajenantes serán substituidas por la robótica. Asimismo, en EEUU el 70% de la working class considera indiferente o bien tediosa su jornada laboral.

  • En 30 años las máquinas podran substituir el 50% de los empleos, según Moshe Vardi, profesor y matemático de la Rice University.

Durante la 1ªRevolución Industrial

El éxodo rural supuso un adoctrinamiento bajo la tirania de: "el tiempo es oro".

Se crea el aparato que permite medir el tiempo, el reloj da cierta sensación de control.

Así fué que los seres humanos se distanciaron de los ritmos naturales que comportaba el trabajo en el campo y se adaptaron a la jornada laboral en las fábricas, a los turnos en la sombra.

  • El mantra del pleno empleo no entusiasma a la ciudadania del mañana.
  • Pleno empleo, ¿para qué?, ¿dónde está la dignidad?.

El mantra de la doctrina del trabajo asalariado argüía que diferia del esclavismo porqué implicaba el concepto de la temporalidad. Supuestamente hay jubilación, aunque en España hayan saqueado la hucha de las pensiones. Y supuestamente se termina la jornada laboral, aunque dejándote exhaust@ para otras cuestiones.

La dependencia a un jefe, patrón, etc. suscita rechazo, pero la autodependencia tan de moda en la psicología positivista camufla una explotación todavía más fuerte que la dependencia visible hacia alguien externo. Mientras la dependencia manifiesta hacia alguien constituye una norma explícita, las normas sociales tipo: "quien no trabaja, no come" o "el tiempo es oro" se interiorizan y pasan a ser normas implícitas, latentes.

La autoexplotación se maquilla de voluntad a través de mecanismos disciplinarios de miedo al rechazo o a la culpabilidad, entre otros relacionados con el deseo de pertenencia a un grupo, etc. Una vez interiorizada la norma social, se vuelve invisible, pasa desapercibida afianzándose con la "rutinización de la experiencia" (J.Berger y Luckmann, 1966), que a su vez condiciona la forma de pensar, percibir e imaginar.

Si tienes una identidad laboral estás santificado, tal como sugiere Max Weber a principios de s.XX en su obra "La ética protestante y el espíritu del capitalismo". Pero si el trabajo no conlleva un significado gratificante, frustra invertir energía en ello. Cuál es el sentido último, trascendental?

La 4ª Revolución Industrial plantea interrogantes como:

  • ¿Quién servirá a quién?, ¿las máquinas a la espécie humana o la espécie humana a las máquinas?
  • ¿Quién consumirá a quién?, ¿el ser humano a la tecnologia o la tecnologia al ser humano?

El trabajo de cuidados tradicionalmente invisibilizado o relegado a la esfera doméstica, al margen de la vida pública, ha sido absorbido por el mercado precario ya que se trata de tareas feminizadas o asociadas al rol femenino tradicional.

La pobreza está feminizada debido a las estructuras hetropatriarcales de infravalorización del tercer sector. Asimismo, los sectores públicos, de reconocimiento o prestigio, hechos por y para el sistema patriarcal, siguen impregnando la cultura, el arte, la política, medios de comunicación mansplaining así como puestos de dirección cada vez más disonantes en la postmodernidad o postmaterialismo.

La disonancia viene cuando el rol femenino sigue estando relegado a la subalteridad o complementariedad de la figura principal, masculina. Puesto que cada vez menos personas se identifican con esos estereotipos.

Como la 4ª Revolución Industrial conllevará importantes cambios en el mercado laboral, vamos a recordar las acepciones del concepto trabajo a lo largo de la historia.

  • En el medievo, trabajo aludia un instrumento de tortura llamado tripalium. Pues trabajo significaba actividad sucia reservada a las clases bajas.
  • Dando un salto atrás en el tiempo, los romanos, herederos de los helenos que consideravan el trabajo una actividad degradante reservada a los esclavos y las mujeres, distinguieron el concepto labor: actividad penosa, fatigosa, del concepto obrar: actividad creativa, artística. Mientras que los judeocristianos lo consideraban ambivalente entre el castigo y la virtud.
  • El calvinismo introdujo la idea de autorealización y vocación. Vocación viene del latín vocare, que significa ser llamado a hacer algo. Los calvinistas consideraban el trabajo una actividad moral de purificación y servicio a Dios.
  • La Ilustración consideró el trabajo como una actividad de dignificación como única legitimadora de la riqueza.
  • Por último, la Revolución Industrial consideraba el trabajo como factor de producción. Pero producción, ¿para qué?. Se distinguió el concepto de trabajo que implicaba uso de las facultades humanas para su realización, del concepto empleo, en cuyo caso sugiere ocupar el tiempo formando parte de un engranaje, desvinculando al empleado del producto que realiza porqué no está presente en el proceso de principio a fin, sino que intervienen de manera segmentada.

Guy Standing definió el concepto "mentes precarizadas" para explicar el fenómeno del stress que siente el precariado de no tener control de su tiempo.

Una mente precarizada deviene cuando no sabes qué hacer con tu tiempo porqué no sabes qué será más beneficioso: más prácticas, más redes, voluntariado, trabajo extra, etc.

Ello se debe al aislamiento o distanciamiento con respecto a los ritmos de la naturaleza y con respecto a las relaciones sociales no programadas, no planificadas, fortuitas y entregadas al azar o libre albedrío.

Hay sur en el Norte y norte en el Sur porqué debemos volver a aprender nuevas formas de relacionarnos sin la ilusión de seguridad confeccionada por el debilitado Estado de Bienestar. En el Sur son más ricos de espíritu que lo que el Norte es rico en recursos materiales. La lógica extractiva del imperio occidental genera sujetos al margen de la ley, víctimas invisibles no computadas en las estadísticas.

El futuro necesita alternativas en las grietas del sistema para crear nuevas formas de relacionarse con el medio social y natural: formas autónomas de organizarse, democracias locales, aprender de otras culturas y de los movimientos indígenas respetuosos con los ritmos naturales, alejados de la tiranía de la urgencia.