Hace apenas un mes, España se despertaba con la noticia de la detención de José Enrique Abuín "El Chicle". Este caso ha sido muy polémico desde el comienzo debido a las múltiples acusaciones que se vertieron sobre unos padres repletos de dolor. Se les cuestionó.
Y es entonces cuando debemos hacernos una pregunta: ¿en estos casos es necesario poner en entredicho a unos padres? ¿O es preferible pensar que falla, tanto en el sistema educativo como en la justicia española? Si nos hiciésemos estas preguntas más a menudo, tal vez pudiéramos evitar más casos como éste.
El eterno debate sobre la prisión permanente revisable
En 2013, siendo Alberto Ruiz Gallardón ministro de cultura, se aprobó la prisión permanente revisable, condenándose así únicamente a los autores de asesinatos graves.Ésta se incorporó al ordenamiento jurídico en 2015. Es innegable que asesinar a una persona, ya sea hombre o mujer, es grave. Súmale a esto, antecedentes y un supuesto caso de intento de rapto posterior. A partir de este tipo de noticias, se ha reabierto el eterno debate sobre si la prisión permanente revisable, un evidente eufemismo de la cadena perpetua -con matices- es ético y moral. La venganza es un sentimiento propio del ser humano pero, en estos casos, no se debe hablar de venganza, sino de justicia.
A raíz de esto, Los familiares de Diana Quer, Marta del Castillo, Mari Luz Cortés, Candela y Amaia Oubel y Ruth y José Bretón Ortíz se han unido a una iniciativa de Change.org para exigir al Congreso de los Diputados que no sea abolida, tal y como apoyan PSOE, Podemos, PNV o Pdecat. A día de hoy, esta petición cuenta con 1.428.123 firmas, una cifra descomunal.
El lema de por el que luchan estas familias es: "Tu protección es nuestra lucha. Por una sociedad más segura, más justa y más solidaria". El futuro de la justicia es incierto, el dolor de los familiares insuperable y la huella en la sociedad imborrable.
¿Quieres los ciudadanos la prisión permanente revisable?
Una escuesta realizada por GAD3 para ABC señala que el 80% de la población española es partidaria de la prisión permanente revisable para los crímenes graves.
Es evidente que la sociedad española, machista en muchos casos, debe cambiar desde los pilares. En primer lugar, la educación debe promulgar en su currículo leyes de igualdad para que los adolescente se conciencien del peligro de ciertas actitudes y, en segundo lugar, hacer una modificación de la legislación actual ya que, es visible, que hay algo en España que no funciona.