Ha terminado el juicio más polémico del año. Doce días de interrogatorios, declaraciones, exposiciones y alegatos que determinarán, dentro de varias semanas la culpabilidad, o no, de La Manada.

Si algo ha quedado claro, en este proceso, es la actitud de los acusados de impunidad con la que los acusados dejaron el portal aquel 7 de julio. En todo momento, la defensa se ha apoyado en este hecho y en otros aspectos subjetivos, como la actitud de la joven, supuestamente agredida, durante los minutos posteriores a la agresión que denuncia y los días siguientes, ya en Madrid.

Los 5 amigos de Sevilla están en prisión provisional sin fianza, desde que la policía los detuviera la mañana del mismo día en que habrían violado en grupo a la joven madrileña. Dos de ellos, por pertenecer a las Fuerzas de Seguridad del Estado se encuentran alojados en la cárcel de Alcalá Meco, mientras que los otros 3 se encuentran en un penal de Pamplona.

Jesús Perez, abogado defensor del Guardia Civil que, además robó el móvil de la mujer, ha expuesto en su alegato final que la presión mediática que acompañó el caso desde sus inicios probablemente halla influenciado en algunos testigos. Poniendo en duda la veracidad de varias presentaciones e informes.