Durante las investigaciones que cientos de científicos realizaron sobre el Autismo, nada resultó concluyente sobre su origen. Aun hoy se estima que para que un niño padezca autismo pueden haber intervenido tantos factores genéticos con los medioambientales durante su gestación y nacimiento.

Sin embargo, en 1939, el estudio del Dr. Kanner utilizó el termino "madre refrigerador" para referise a las progenitoras de los pequeños con autismo. La frase, todavía en la actualidad provoca rechazo, no obstante, los médicos que la acuñaron la emplearon durante varios años.

El término hacía referencia al frió/distancia entre la madre y su hijo, aun antes de conocer esta el trastorno del pequeño. Según creían, los daños neuronales de los Niños autistas se debían a la conducta materna desde la gestación, daños psicológicos ocasionados al feto que no podrían revertirse.

Pese al intento de muchos padres con niños autistas y de médico implicados en el tema por tratar de desmentir esta hipótesis, no fue hasta varias décadas después cuando nuevos estudios pudieron comprobar que la teoría de la Madre Refrigerador no era exacta.

Cabe destacar que este trastorno no repercute en las capacidades intelectuales de muchos pacientes.