Joaquín Amills se sumó a SOS desaparecidos, luego de la desaparición de su hijo de 23 años. No guarda odio, ni dolor, solo el deseo de justicia y la esperanza de encontrar, algún día, el cuerpo de su hijo. Está convencido de que lo mataron, el único superviviente, ha dado versiones de lo ocurrido que solo generan dudas e incertidumbre.

Joaquín hijo desapareció el 11 de septiembre del 2008. La persona que estaba con él en la embarcación, sostiene que se dirigían hacia la costa de Almería por un alijo de droga. Las versiones del compañero que sobrevivió fueron cambiando, sin embargo aseguró ante el juez de la causa, que robaron la embarcación la noche anterior y que, tras navegar varias horas, la misma se quedó sin combustible y ambos tripulantes decidieron arrojarse al agua.

Joaquín nunca apareció, sin embargo, su amigo fue encontrado a las 7 horas por pesquero. Amills ha emprendido una búsqueda de la verdad que se dificulta con las mentiras del único testigo y la falta del cuerpo. Lleva 9 años buscándola, desde la asociación que ayuda desinteresadamente a las familias de tienen un integrante en paradero desconocido. Aunque no existe una cifra oficial, se estima que cerca de 800 personas desaparecen al año en España sin que se sepa nada más de ellas. Este martes, y tras comunicarse con los padres de Lucía Vivar, ha manifestado las dudas de la entidad y la familia de la niña, sobre la posibilidad de que caminara cerca de 3 kilómetros de madrugada.