El Síndrome de Asperger es una enfermedad que afecta a un gran número de personas en todo el globo terráqueo. La afección de esta patología reside en la conducta social y, también, en el desarrollo del sistema motor.

Es imprescindible que vayamos un paso más allá de la simple concienciación social en su faceta teórica, es vital que la inclusión se produzca de forma práctica a la par que saludable. Para ello, contar con personas de gran capacidad empática como Elena Torrego Arancón, es clave para fomentar esa perspectiva necesaria ante la personalización del trato frente a personas con tales problemáticas.

En el exhaustivo trabajo elaborado por Elena, junto a Samuel Fernández Fernández, "Autoconcepto y Ansiedad en el Síndrome de Asperger. Análisis y mejora" (disponible en internet con este mismo título) se descubre un programa de intervención muy beneficioso para el colectivo con este Síndrome. Entre las actividades utilizadas se encuentra el contacto físico y ocular, debates sobre el autoconcepto en busca de aportar una visión normalizada de la propia patología apoyándose en las cualidades positivas de cada uno, dinámicas de pensamiento asociativo como enfrentarse a situaciones que les resultan vergonzosas, dinámicas de relajación y concentración, dinámicas de coordinación motriz, dinámicas de reconocimiento de sentimientos, etc.

Insistir en la gran relevancia que tiene desarrollar estas actividades de forma personalizada según el grado que presente cada uno, incentivando así la motivación para lograr un mayor progreso en cuanto al posible margen de mejora de cada afectado.

Este documento puede considerarse casi una guía como punto de partida para implantar programas prácticos en diversos centros donde coexistan personas afectadas.

Además, su divulgación sería una gran alternativa como recurso social a la hora de relacionarnos con este colectivo. Es importante darnos cuenta que la ignorancia frente a casos de este calibre, nos pone en una situación de conducta social negativa por las dudas que podamos tener o errores que podamos cometer cuando interactuamos con afectados del Síndrome de Asperger.

Sin duda, se ha conformado un manual muy concienzudo -tanto en la teoría como en la práctica- del que se puede sacar una lectura entre líneas a destacar: es cuestión de empatía, creatividad, ilusión y esfuerzo que sea cual sea la condición de cualquier persona, con estas habilidades y un poco de ingenio se puede generar recursos para todos que unifique la participación social independientemente de las circunstancias que nos vengan dadas.

Todos somos seres humanos exclusivos, apoyémonos en las fuerzas para vivir en conjunto en lugar de machacar las debilidades que nos derive en ser sociedades vulnerables.