La ocupación ilegal de un terreno o vivienda no suele ser un hecho aislado de individuos que pasaban por allí y aprovecharon la oportunidad para quedarse. Por el contrario, en la gran mayoría de pisos y casas usurpadas hay detrás un movimiento o mafia que conoce los detalles de la modalidad y ejecutan al detalle los pasos a seguir.

Las primeras 48 horas son fundamentales para que la policía pueda actuar de inmediato, sin embargo, la astucia de los ocupantes tiene hasta esto controlado. La mayor parte de casas y pisos ocupados llevan tiempo sin ser habitados, motivo que demora que la noticia llegue al propietario a tiempo.

Las mafias okupas tienen hasta un manual de acción, que les permite proceder de la manera menos perjudicial, en el caso de que el procedimiento falle o demorar al máximo el tiempo de usurpación. Algunos juicios para echar a los okupas ha llegado a demorar 24 meses y no siempre los gastos por los daños ocasionados en la vivienda ocupada corren por cuenta de los delincuentes.