Amable, acogedor, familiar son algunas de las palabras que pueden asimilarse al término de moda Hygge. Sin una definición exacta en español, lo que más se aproxima es aquello que nos acerca a la felicidad.
Tan buenos resultados ha tenido este método, que cuenta con numerosos seguidores en todo el mundo. Para algunos especialistas, la arquitectura de Dinamarca y los países escandinavos, está muy relacionada con el estado de bienestar que promueven sus gobiernos.
Desde hace ya bastante tiempo, que en estos países los Estados garantizan cierto nivel económico y social a sus habitantes, hecho que les posibilita no solo una mejor calidad de vida, sino tiempo para disfrutar y menos preocupaciones económicas.
Pero la felicidad no es excluyente de las sociedades que gozan de bienestar económico. La decoración, un punto fundamental de la filosofía hygge, puede realizarse con bajos presupuestos. Optar por velas y tejidos cálidos, que remitan armonía y tranquilidad.
Las revistas más prestigiosas de arquitectura y diseño a nivel mundial, apoyan a este movimiento fomentando espacios que permitan la concentración, la intimidad y la paz.