La mayoría de los especialistas en comunicación digital afirman que la mejor respuesta a un comentario negativo en redes sociales es no responderlo. En muchos casos, como ha pasado con deportistas reconocidos a nivel mundial o los agravios emitidos tras el fallecimiento del torero Víctor Barrios, la opinión pública censura esos dichos y las respuestas de los usuarios se vuelve un medio de defensa extraordinario.
Se distinguen dos clases de Haters u “odiadores”, los que expresan su malestar por un hecho puntual y concreto y los que buscan notoriedad, polémica y difusión a cualquier costa.
Los primeros, no menos reprobables, surgen a partir de diferencias ante un suceso preciso como resultados deportivos o de noticias de actualidad. Los otros, en cambio, buscan posicionarse como individuos provocadores, irrespetuosos e incomodos de leer.
La primera impresión es la cuenta
Según los estudios más recientes sobre el tema, si los primeros comentarios sobre un hecho o campaña son negativos, las posibilidades de que el resultado final sea negativo es demasiado alta. Lo opuesto ocurre si las primeras palabras públicas son positivas.