Según la iglesia donde nos hayan bautizado o de acuerdo con la educación que en el hogar nos hayan dado, así mismo tomamos la fe y la Religión a nuestro favor. En el caso de la Iglesia católica, hay personas muy religiosas, quienes no se conforman con pedirle sólo a Dios o la Virgen, pero también a los Santos, según la necesidad que tengan.
Se les reza a ellos y se les promete misas u ofrendas por motivos de salud, de falta de dinero, por la pérdida de algo material, para solicitar un favor de manera expedita y hasta para conseguir pareja.
Las personas religiosas acuden constantemente al favor de los Santos, las que no lo son, lo hacen cuando tienen una gran necesidad, pero de una y otra forma, siempre es con la más profunda fe en que sus plegarias serán escuchadas.
En Venezuela, no sólo se le pide a los Santos, pero también a los que esperan por ser beatificados, es el caso del Doctor José Gregorio Hernández; este galeno nacido en Trujillo en 1959, se caracterizó por ser un hombre de mucha fe quien dedicó su vida a la caridad y a los enfermos.
En 1986 el Papa Juan Pablo II le otorgó el título de VENERABLE debido a la cantidad de pruebas entregadas de los milagros hechos por él; existen infinidad de testimonios donde los enfermos lo han visto y milagrosamente se han sanado, hasta de enfermedades terminales, por lo cual es a él a quien en Venezuela las personas piden por su salud.
Muy famosa, aunque no aceptada por la iglesia católica, es la reina María Lionza, relacionada con el espiritismo y a quienes infinidad de personas creyentes le piden milagros, yendo a la montaña del Sorte donde está su esfinge hecha por el escultor venezolano, Alejandro Colina. Una mujer desnuda encima de una Danta, la cual representa una diosa indígena.
Para conseguir pareja SAN ANTONIO es el elegido, encendiéndole una vela roja o marrón para conseguir trabajo; si se trata de algún objeto perdido, este Santo también es el adecuado a la hora de pedirle un milagro.
Por una causa URGENTE, se le ruega a SAN EXPEDITO y se le prende una vela roja o verde, pero no todas las personas prenden velas, también le ofrecen misas o hacen penitencias o ayunos.
Si se concede el milagro o no, todo depende de la fe con la cual se pide o tal vez de la cercanía a Dios y los Santos, pero nunca está demás pedir porque no sabemos cuándo nos van a dar.