La presentación del libro 'El chico de las musarañas', escrito por Ana Obregón a partir de las 20 hojas que su hijo Aless Lequio dejó como esbozo del libro que iba a escribir sobre su enfermedad, ha dejado impactados a los medios presentes durante la rueda de prensa, por las explicaciones dadas por la actriz que incluyen una supuesta llamada "desde el otro lado" a los dos años del fallecimiento de Aless Lequio víctima del cáncer.

Ana Obregón se presentó radiante ante los medios

Ana Obregón se presentaba a los medios el miércoles 7 de junio a las 12.20, en el hotel Westin Palace de Madrid, luciendo un alegre vestido floreado de mucho vuelo y con escote palabra de honor.

Con una sonrisa y un nuevo rubio en su cabello, Ana posaba para los medios antes de dar comienzo a su primera rueda de prensa para promocionar el libro ‘El chico de las musarañas’.

Emocionada y conteniendo apenas las lágrimas, la actriz daba las gracias asegurando que en 40 años nunca había visto tantas cámaras ni tantos medios y que se sentía agradecida. Dio también las gracias a la editorial Harper Collins por haberla valorado como escritora, asegurando haber seguido los deseos de su hijo Aless Lequio, escribiendo el libro que a él le hubiese gustado y que no pudo llegar a realizar.

Explicó que en 2018 y cuando se hallaban en Nueva Jersey, con Aless sometido a un intenso tratamiento de quimioterapia, le oía teclear por las noches y al preguntarle, le confesó que estaba escribiendo un libro y quería publicarlo y quería que se donase todo para la investigación contra el cáncer.

Ana afirma que entonces no le dejo leer lo que había escrito, pero sí que le dio el nombre del libro, que ella ha respetado, porque siempre le decía cuando era niño, que estaba pensando en las musarañas, que es lo mismo que a ella le decían su madre y su abuela cuando la veían ensimismada.

Ana Obregón creyó terminada su vida al morir su hijo

Seguía narrando Ana que al morir Aless ella también se sintió morir y que su hijo no pudo terminar el libro por la maldita enfermedad que acabó con su vida. Cabe recordar que Alessandro Lequio, padre de Aless, afirma que su hijo solamente dejó escritas 20 páginas de lo que debía ser su futuro libro, que ha sido publicado con 312 páginas.

Deseosa de acabar lo que su hijo había comenzado, Ana se armó de valor dos años después del fallecimiento de Aless y accedió al ordenador de su hijo para leer lo que había escrito, sintiendo una gran emoción al ver el talento de escritor que no llegó a poder desarrollar. A partir de ese momento habló con los editores, se encerró durante nueve meses y culminó un libro que, según ella, “está escrito con tinta roja de sangre”.

Una revelación dejó atónitos a los presentes en la rueda de prensa

Ana Obregón hizo una declaración que entra dentro de lo paranormal y cuyo surrealismo dejó mudos a los presentes. La actriz afirmó que sabía que lo que iba a decir era poco creíble, pero que así sucedió y que tenía testigos.

Durante la primera reunión con su representante y con la editora de Harper Collins, Ana tenía su móvil encima de la mesa y que de repente comenzó a sonar y al mirar quien llamaba vio que era Aless Lequio, su hijo fallecido hacía dos años, que la contactaba "desde el otro lado".

Ana se lo enseñó a su representante y a la editora y las tres no daban crédito, porque el móvil de Aless llevaba apagado en un cajón desde el día de su fallecimiento. Ana interpretó la llamada como una señal de que su hijo quería que ella escribiese el libro. “Me dio fuerzas y me dije que tenía que hacerlo porque es lo que quería mi hijo”, dijo.

Con el libro, la actriz afirma haber conseguido llevar a cabo los tres deseos de su hijo: escribir el libro, tener una hija y una fundación con su nombre para investigar el Sarcoma de Ewing, un cáncer que solo afecta a niños y a personas jóvenes.

Ana siguió mostrándose emocionada al saber que su hijo allá donde esté, estará feliz, viendo como se han cumplido sus grandes deseos y que ella ha podido por fin decir adiós a un luto de tres años que a punto estuvo de acabar también con su vida.