El cocinero Karlos Arguiñano ha revelado que decidió donar médula para ayudar a su hermana enferma de leucemia. Un gesto con el que el chef espera ayudar no solo a su familiar, sino a las miles de personas que sufren la terrible enfermedad y que pueden estar necesitando de una médula para vivir. Arguiñano ha confesado que hace 15 años también lo hizo, pero ahora ha repetido la donación porque su hermana ha tenido una recaída en su enfermedad.
El chef ha confesado que gracias a su “buena alimentación y su estilo de vida” ha podido donar su médula para ayudar a su hermana con esta enfermedad.
El cocinero ha contado que para poder hacer la donación tuvo que someterse a muchos exámenes médicos; sin embargo, finalmente pudo someterse a una intervención y realizar la donación con éxito. Karlos Arguiñano ha contado que cuando el médico lo evaluó para la donación le dijo que siguiera con ese “estilo de vida” porque estaba muy sano.
Las prioridades en la vida de Karlos Arguiñano
Arguiñano ha contado que en su vida tiene dos prioridades, primero “la salud y después ser feliz”. El cocinero está muy apegado a su familia, pero ha reconocido que durante la pandemia vivió momentos muy difíciles. No obstante, ha remarcado que no vive en un piso, sino en el campo, y eso le permitió recrearse y no sentirse tan encerrado.
Sobre su mujer, dijo que ella se distraía caminando por el campo y viendo los animales que crían.
Los extremos cuidados de la mujer de Karlos Arguiñano
El reconocido chef ha revelado que su mujer siempre cuidó mucho de su familia, mientras estuvieron encerrados, porque quería proteger a sus siete hijos y once nietos. “Ella temía que la pandemia pudiera pillar a uno”, ha aclarado Arguiñano en la entrevista.
Por ello, el famoso cocinero ha confesado que María Luisa, su mujer, lo ha pasado peor con la pandemia por el miedo a los contagios. Cabe destacar que Arguiñano vive desde hace varios años en Zarautz, en el País Vasco.
El deseo de Karlos Arguiñano de vivir lejos de los medios
Por elección propia el cocinero vive en una localidad que le permite mantenerse alejado de los medios desde hace años.
Algo que valora mucho Karlos Arguiñano es vivir cerca de sus tres hermanas, Loinaz, Eva y María José. Una de ellas comparte la pasión por la cocina del famoso chef.
Eva es la hermana menor de Karlos y ha sido una de las personas que en más de una ocasión ha estado cocinado junto a él, demostrando que también ella tiene cualidades en la cocina y un buen humor como el de su hermano, que tiene a su audiencia acostumbrada a los chistes y las bromas divertidas a la vez que prepara exquisitas Recetas. Mientras que las otras dos hermanas son algo discretas.