Marta López Álamo mantiene en delicado equilibrio una doble faceta de su personalidad: pese a su rutilante noviazgo con Kiko Matamoros, eterno caminador de los pasillos de Telecinco, mantiene el perfil bajo, algo que también se contrapone a su actividad en el mundillo de la belleza y la moda, que refuerza a través de las redes sociales como influencer.
Marta López aumentó sus seguidores con el noviazgo con Kiko Matamoros
Este último trabajo, el de influencer, tuvo un interesante y fuerte tirón hace dos años, cuando Marta López empezó su noviazgo con el reconocido tertuliano y sus seguidores en Instagram treparon a la nada despreciable suma de 250 mil y en aumento.
Esto, para la modelo, significó un importante salto, ya que marcas de todo tipo la convocan para sus anuncios, trabajo que cumple a conciencia, pero manteniéndose lejos de la Televisión.
Marta López nunca ha negado sus padecimientos con la alimentación cuando era más pequeña y en sus inicios en la carrera de modelo, pero esta vez, en el programa de radio de La Cope, invitada por el programa ‘La influencia’, ha hablado sobre la anorexia.
Sus problemas alimentarios y la anorexia
Contó que pese a que “estaba delgada” comenzó con el trastorno alimentario cuando apenas entraba en la adolescencia, lo que la llevó a bajar de peso: “empecé pesando 49 kilos con 13 años y lo máximo que adelgacé fue hasta 40 o 39 kilos”.
Marta López Álamo ahora se reconoce como “feliz” de haber salido de aquel estado y que ahora, a través de su trabajo de influencer, puede ayudar a otras personas a superar el trastorno.
De esta manera, la novia de Kiko Matamoros focalizó en la entrevista que en su trabajo utiliza su plataforma para colaborar y prestar apoyo a la gente que padece anorexia, como ella durante su adolescencia: "Se sale, se puede superar", afirma y aconseja acudir “a expertos competentes en el campo que las personas necesiten para superar el problema.
Médicos, nutricionistas, psicólogo, psiquiatra si es necesario".
La modelo confiesa que gana más que su padre médico
Marta López Álamo considera que está muy bien que se gane dinero con esta labor, pero pero que es importante que los influencers tengan una formación, tal vez no estudiando una carrera específica porque hay que ser conscientes de la llegada que tiene su mensaje al público.
De hecho, confesó que gana mucho más que su padre, que es médico.
La modelo, que se muestra muy feliz con su novio Kiko Matamoros, con quien tiene una diferencia de edad de cuarenta años, contó una de las cosas que admira de su pareja: “que es una persona muy culta y curiosa”, pero también esa diferencia de edad hace que a veces no estén al mismo ritmo.