Rocío Carrasco volvió al formato grabado, después del vivo de la semana pasada en el plató de ‘Sálvame’ en donde ella misma pidió hacer una interrupción de la emisión del docudrama para ofrecer unas explicaciones que, a su juicio, eran pertinentes. El traje azul eléctrico se transformó nuevamente en rosa fucsia.

‘Miedo’, el episodio cortado, íntegro a disposición de Rocío Flores

‘Rocío: contar la verdad para continuar viva’ en el episodio ocho, viene con un recorte de once minutos y 38 segundos, a petición de la protagonista. El nombre del episodio, más que elocuente: ‘Miedo’, hace referencia a los ataques de pánico que cuenta Rocío Carrasco padecía los días que sus hijos regresaban de la casa de su padre, más concretamente los lunes.

El motivo del recorte reside en la gravedad del relato, por el cual Rocío lo revisó y decidió recortarlo para proteger a su hija, según se deduce del mismo. Por este motivo, Carlota Corredera al hacer la presentación de ‘Miedo’, se dirigió a Rocío Flores para asegurarle a la niña la petición que hizo de ver el capítulo completo, sin cortes: “Si quieres ver los fragmentos eliminados, nos tienes a nuestra disposición cuando quieras para mostrártelos en la más absoluta intimidad, fuera de las cámaras”.

Rocío Carrasco, desde el lugar de madre golpeada

Luego de años de pertinaz silencio, Rocío Carrasco habla de las agresiones que terminaron con la condena de su hija a los quince años a través de un juzgado de menores: “Mientras ella me pega, ella va gritando ‘¡no me pegues, no me pegues, no me pegues!’ y yo la miraba y era ella la que me estaba pegando a mí”, cuenta entre jadeos que ponen el tono dramático e intenso del momento.

Al respecto del tono no solo del capítulo sino de la serie completa, la presentadora hace una punzante definición: "Si Rocío Carrasco habla tranquila y serena es una insensible, pero si llora es una farsante".

Rocío Carrasco sobre Olga Moreno: 'es postureo'

Rocío Carrasco continúa revolviendo su bolsa de recuerdos y disparando fuertes frases, una detrás de otra, sobre la enfermedad de David y su ingreso hospitalario, sus encuentros con Olga Moreno, a quien sobre quien tiene una muy negativa opinión: "Esa que ahora va de madre coraje y dice que a los niños no los quiero y no los atiendo, eso es mentira”.

Para Rocío, la actitud de la esposa de su exmarido Antonio David Flores es un postureo para la Televisión y las revistas.

Pero sin dudas, el punto álgido del relato es el momento espeluznante y doloroso, situación “contra natura”, como define Rocío Carrasco y que para Carlota Corredera tal vez sirva para “tender puentes”, de la pelea definitiva y física entre madre e hija. El testimonio no deja de ser conmovedor. El 27 de julio de 2012 es el último día en que madre e hija se vieron. Para Rocío Carrasco, su hija le informó a su padre que “ya está hecho”.