Lo de Belén Esteban era algo cantado viendo la demanda millonaria y con petición de cárcel que Rocío Carrasco pergeñó contra ella y contra la mujer de Antonio David por revelación de secreto. Un secreto a voces que ya había sido difundido en los medios: que la mujer de Fidel Albiac, sin propiedades a su nombre sino a las de él, tiene una deuda con Hacienda de más de un millón de euros.

La de Paracuellos no está todo la tranquila que afirma respecto a esta demanda y de ahí que durante toda la semana se haya ido escorando a la derecha, opinando como sin querer a favor de Rocío Carrasco, en el entreacto del aquelarre al que muchos asistieron ayer, para durante el programa posicionarse claramente a favor de la mujer de Fidel Albiac, a la que ahora por lo visto hay que elevar a los altares, a pesar de que por lo menos en su relato se la ha pillado en dos flagrantes mentiras, demostradas y demostrables.

Dos grandes mentiras en el relato de Rocío Carrasco

Primera mentira: es curioso que Rocío Carrasco dijese que la última vez que vio a su hijo fue el 13 de junio de 2016 y que le dijo que lo pasase bien. Sucede que, en julio el primer mes veraniego para el joven, le correspondía a la madre tenerlo con él y es un hecho fácilmente comprobable que por lo visto David Flores llegó al colegio como cada día, sin ningún equipaje y que al final del día la directora tuvo que llamar al padre que se encontraba trabajando en Madrid para que fuese a recogerlo ya que la madre no lo hacía. A partir de ese momento, David a pocos meses de cumplir su mayoría de edad no quiso volver a casa de Rocío Carrasco.

La segunda mentira: también tiene que ver con el joven y es que la madre insiste que en 2016 fue la última vez que lo vio, obviando que David Flores acudió junto con su padre y con Olga Moreno al juicio sobre los malos tratos a finales de 2018 y que a pesar de que el juez le dijo a Rocío Carrasco que podía aprovechar para saludarlo, ella pasó de largo con el consiguiente dolor de su hijo.

Un hijo con necesidades especiales, del que ella afirma que como vive en su mundo es feliz. Dos mentiras comprobadas y comprobables que a muchos les hacen preguntarse ¿Cuantas más habrá? Mientras otros prefieren lapidar a Antonio David Flores que es en este momento un total apestado.

¿Es Fidel Albiac la mano que mece la cuna?

Algunos medios apuntan a que el docudrama por entregas se ha urdido por él junto con la productora La Fábrica de la Tele. El licenciado en abogacía que al parecer colabora en un bufete de abogados es, desde antes incluso de su licenciatura, quien ha asesorado a Rocío Carrasco en la multitud de demandas que ha interpuesto a lo largo de esos 25 años en los que dice haber sido víctima de maltrato, insultos y vejaciones varias por parte de su ex marido y padre de sus dos hijos, Antonio David Flores.

Hay que recordar, antes de entrar en otros vericuetos emocionales, que si bien la hija de la Jurado ha ganado tres de esas demandas, según Gema López: ‘Una tiene que ver con la niña y las otras dos son por derecho al honor y a la intimidad’, en las que no obstante no pudo embolsarse las cantidades millonarias que pedía, la demanda por maltrato psicológico interpuesta en 2016, por la que pedía cárcel para Antonio David, fue sobreseída a finales de 2018 sin posibilidad de ser recurrida a menos que aparezcan nuevas pruebas.

Una cosa son los sentimientos y otra los hechos probados y el docudrama que inició su andadura este 21 de marzo, ha conseguido dividir a España y que una parte se erija en juez y condene a Antonio David Flores, aque no cae bien, en base a lo que declara una mujer que desde luego se ve que no está bien psicológicamente y no es necesario que ella lo asegure, que se embolsa un millón de euros que le servirán para casi resolver la deuda con la Agencia Tributaria.

Lo que anoche esta señora afirmó del padre de sus hijos es de Juzgado de Guardia y que una ministra como Irene Montero se lance a la arena defendiendo a ultranza algo que la justicia ha dicho que no ha lugar, con la que está cayendo en este país es inaudito y ya hay muchas voces que se alzan pidiendo su dimisión.