El año 2020 que terminó hace pocos días ha sido muy difícil para toda la sociedad y no será olvidado fácilmente. Para Enrique Ponce, sin lugar a dudas, ha sido más que polémico por las decisiones trascendentales que ha debido tomar a partir de su explosivo romance con la joven Ana Soria.

El hombre, un hecho y derecho artista del toreo, se enamoró perdidamente de una joven veinteañera, Ana Soria, allá por el mes de junio (aunque se afirma que fue hace dos años, en realidad) y en el camino dejó un tendal de heridos y grandes problemas. Lo más complejo, un matrimonio con Paloma Cuevas de estilo tradicional de 22 años: los mismos años que los de su joven novia y dos hijas, Paloma y Bianca, de 12 y 8 años respectivamente.

El noviazgo de Ponce y Ana Soria atraviesa la etapa del papeleo de divorcio

La relación de Enrique Ponce y Ana Soria aguantó polémicas, disgustos y ataques, inclusive alguna risa irónica a causa de la diferencia de edades de los protagonistas de la pareja, y se mantuvo en el tiempo. Amor a prueba, hoy, Ponce está definiendo los términos de su divorcio.

Y es al divorcio a lo que se refirió el locutor Federico Jiménez Losantos, quien junto a Alaska y Beatriz Cortázar, analizaron las razones del planteamiento del torero para no firmar su acuerdo de divorcio con su ya expareja Paloma Cuevas, en el espacio rosa del programa ‘Es la mañana’ que se transmite por esRadio.

El divorcio no se firma, ni se va a firmar”, sostiene Losantos desde su espacio.

Y es una actitud por lo menos muy delicada, porque no se entienden bien las razones de tener un convenio redactado e incluso ya contar con la firma de Paloma Cuevas y sin embargo el torero se echa atrás.

Hubo un preacuerdo en septiembre que hoy no convence al torero

Para el periodista Losantos afirma que Ponce no va a firmar el acuerdo de divorcio porque " en las herencias no se respeta nada y se rompen las familias".

Pese a que hubo un preacuerdo en el septiembre pasado, que ambos habían firmado, la realidad es que hoy el torero ve las cosas de otra manera y Losantos estima que la realidad es “un problema de dinero”.

El torero quiso poner el final a su matrimonio ofreciendo un acuerdo económico muy generoso, al sentirse responsable de estar “huyendo” con una muchacha mucho más joven que él.

La diferencia de edad entre ambos es de 27 años, que no hace mella en la relación, pero obliga a firmar el divorcio para cerrar su vida anterior.

Ponce y Paloma Cuevas, con el preacuerdo, supusieron mantener una relación de amistad, pero finalmente, dice Losantos “firmó ella, pero él no firmó… ¿Y por qué si estaban de acuerdo?”. Al parecer, Ponce sigue el ejemplo y los consejos del reconocido jurista Baltasar Garzón que es, nada más ni nada menos, que el padrino de la novia Ana Soria. Quien además de el resonante padrino tiene una alta prosapia de abogados en la familia, siendo la misma Ana estudiante de Derecho.

El problema no es familiar, para Losantos

Al revisar el preacuerdo de septiembre, Ponce no quedó conforme y quiso redactar todo nuevamente y renegociar todos los términos.

En el análisis del programa de Losantos entienden que el problema está en la parte económica y no en la familiar, porque, de hecho, Enrique Ponce pasó los días previos a la Navidad con las pequeñas Paloma y Bianca, sin inconvenientes.

Pero, cerró Losantos que “el torero rompió con todo” en lo que a su pasado se refiere, ya que las fiestas las pasó con “los Soria”, la familia de su novia y su nueva realidad, una relación que se mantiene en el ruedo y que avanza hacia la puerta grande, pero no para Losantos.