Cuando se habla más de la vida privada que de las novedades artísticas de una personalidad reconocida, los problemas cobran relevancia pública rápidamente. Desde la noche previa a la navidad, cuando Kiko Rivera comenzó a recibir visitas familiares, parecía que la familia finalmente resolvería los problemas, o incluso se pensaba, que los hermanos del DJ podrían persuadirlo de resolver los problemas con su madre.

Nada de esto pasó, pues los problemas de la familia salieron a la luz día a día, y derivó en el inicio de acciones legales de Kiko contra su madre.

Ahora, las miradas están puestas en Isabel Pantoja, quien no solamente debe llevar adelante el revés que implica recibir un llamado a la Justicia por parte de su hijo, sino que le aparecieron nuevos obstáculos que impiden que, si así lo quisiese, pueda verse con su hijo.

La crisis en la familia Pantoja

Cuando la tensión y el impacto emocional que conlleva la disputa que Isabel mantiene con Kiko parecía no poder empeorar, se ha conocido en las últimas horas que sí, empeoró.

Isabel se encuentra en un momento sumamente duro a nivel emocional. Las fiestas de la navidad y fin de año, las ha pasado sola en Cantora, cuando finalmente su hija Isa pudo visitarla, no lo pasó nada bien en Cantora. Además, su retorno a las actividades en Televisión por ahora no puede concretarse por razones que aún no se conocen, pero que preocupan a Isabel Pantoja.

Como si esto no fuera duro de sobrellevar, se conoció que Kiko Rivera ha quedado incomunicado, producto de quedarse sin número de teléfono, al haberlo compartido por error, debiendo darlo de baja; de manera que, pese a que por ahora no haya signos de que así lo desee, en caso de que Isabel Pantoja quisiera conversar con su hijo, de momento es muy complicado.

El silencio de Isabel Pantoja

No hay dudas de que Isabel viene atravesando en las últimas dos semanas y media una complicación tras otra y la soledad agrava las emociones. Confinada en Cantora junto a su madre y a su hermano, las reuniones que sus hijos mantuvieron en Sevilla durante las fiestas sin duda significaron un golpe difícil de tolerar.

Sin embargo, así como Kiko Rivera esquiva toda alusión a su madre y no muestra signos de querer acercarse a ella, Isabel Pantoja está en la misma sintonía, y no demuestra deseos de acercarse a su hijo.

Los seguidores del DJ y la reconocida cantante esperan al menos un acercamiento en virtud de los nietos, pero parece que esto tampoco es motivo suficiente para limar asperezas. Aunque para la cantante, sus nietos son un motor de vida, no parece mostrar intenciones de ver a ninguno, sean de Kiko o de Isa. El silencio de la cantante es rotundo. Por ahora, parece estar más concentrada en concretar su regreso a la televisión lo antes posible.