José Rivera Pérez ha echado su último aliento este viernes de madrugada a sus 73 años después de una larga lucha contra el Cáncer. En el tanatorio de Barbate sus familiares y amigos han podido despedirse de el por última vez, sin embargo, muchos de los asistentes han echado de menos la presencia de su sobrino, y es que la ausencia de Francisco Rivera en el último adiós a su tío 'Riverita' no ha pasado desapercibida, pues a pesar de que las despedidas nunca son plato de buen gusto, representan un acto de amor, respeto y tributo al fallecido, más aún cuando se trata de un familiar allegado.
El COVID-19, posible responsable de la ausencia los hermanos Rivera en el entierro de su tío
Parece que la ausencia de de Cayetano está justificada, pues se encuentra guardando cuarentena por COVID-19, algo que sin duda es un gran acto de responsabilidad. Sin embargo, ¿a qué se debe la ausencia de Fran Rivera? Este hecho sin duda ha llamado la atención, pues Fran Rivera ha demostrado siempre ser una persona muy familiar, ya que hay que considerar que él y su hermano han representado dos grandes apoyos de Kiko Rivera en el conflicto con su madre, Isabel Pantoja.
Fran Rivera se ha negado a realizar cualquier declaración acerca de lo acontecido, aunque siempre con un tono serio y respetuoso, agradeciendo el pésame a los reporteros.
Por tanto, se desconoce si estas razones están promovidas por las restricciones que ha impuesto la Junta de Andalucía con la finalidad de frenar la curva de contagios por COVID-19, y que han supuesto el cierre perimetral del conjunto de provincias.
La muerte de la madre de Fran Rivera podría justificar también su ausencia en el funeral
No obstante, algunas fuentes revelan que Fran Rivera no asiste a funerales desde el año 2004, año en el que desgraciadamente falleció su madre, Carmen Ordóñez, quien fue encontrada sin vida en su bañera debido a una parada cardiorrespiratoria debido al consumo de estupefacientes.
Como es lógico pensar, este hecho marcó a Fran Rivera, que lo pasó muy mal y por ello decidió no asistir nunca más funerales. Afirma que prefiere llevar "el luto por dentro" y no realizar muestras públicas del dolor que siente. De hecho, tampoco asistió al entierro de su abuelo, Antonio Rivera, así como al de suegra, Cayetana Fitz-James, también conocida como la duquesa de Alba. Así se reitera y pide que se respete la forma en la que cada uno decide llevar su dolor, así lo dijo con motivo de la muerte de su abuelo cuando afirmó que él lo pasa muy mal en los entierros y que el último al que acudió fue el de su madre y que cada uno debe llevar su dolor como puede, y parece que lo mantiene en el presente.