El paso de Anabel Pantoja por el reality de Mediaset 'Sola' ha sido considerado para muchos de sus compañeros como "decepcionante". Ahora, tras cuatro días fuera del apartamento en el que ha vivido sola durante 8 días, Anabel Pantoja ha confesado un problema que lleva padeciendo desde hace una década y al que quiere poner remedio. Ha confesado que sufre adicción a los sedantes.
La sobrina de Isabel Pantoja acudirá como invitada a 'Sábado Deluxe', donde explicará más en detalle su adicción, así como su paso por el reality 'Sola' y todo lo que ha aprendido en él.
Frente a sus compañeros del 'Deluxe', Anabel desgranará en profundidad el origen y evolución del problema que lleva padeciendo diez años y se someterá a las preguntas de los colaboradores. Antes de su intervención en el programa nocturno de los sábados de Telecinco, la colaboradora ha adelantado los temas que tratará en una llamada telefónica a 'Sálvame' este viernes.
El origen de la adicción de Anabel Pantoja
Tal y como ha explicado la colaboradora de ‘Sálvame’, el origen del problema se remonta a diez años atrás. Como consecuencia del "miedo a dormir sola", Anabel Pantoja comenzó a medicarse para recibir ayuda para conciliar el sueño. Lo que empezó con un relajante muscular, acabó derivando en una adicción a unas "pastillas muy fuertes".
La sobrina de la Pantoja reconoce que "exagera las cosas" al médico y que, si le receta un ansiolítico de unos 0,25 mg., "yo me tomo dos". Así, la influencer estaría consumiendo desde hace diez años y diariamente más del triple de lo que le aconseja su doctor.
Anabel Pantoja ve esta confesión pública de su adicción como la única forma de conseguir superarlo.
"Si he dado el paso de contarlo es porque quiero que sea como un tratamiento de desintoxicación". Además, asegura que "no quiero seguir así" y es el momento de "poner en marcha" su recuperación. "Tengo que cuidar mi salud", explica.
Tal y como ha explicado Anabel en su llamada, los somníferos son "una manera de relajarme". Cuando se los toma, la sobrina de Isabel Pantoja asegura "entrar en un estado de paz" que le ha generado una fuerte dependencia.
También para calmar la ansiedad. "Necesito tomar más y más dosis", confiesa. Darse cuenta del grave problema que sufre es vital para combatirlo, ya que está condicionando su vida. "Cuando me tomo esa pastilla empiezo como a ser sonámbula", ha revelado. "Me convierto en otra persona y no soy dueña de mis actos, no soy yo".
El paso por 'Sola', decisivo
La participación en el reality de 'Sola' ha sido fundamental para Anabel. La sobrina de Isabel Pantoja fue la gran apuesta de la cadena de Telecinco para estrenar el nuevo formato. A pesar de que en un principio Anabel se mostró llena de ganas y muy agradecida por la oportunidad, pronto se fue derrumbando. "Dentro del reality me he dado cuenta de muchas cosas", asegura.
A lo largo de los ocho días en los que ha estado aislada en el apartamento, y a pesar de recibir visitas y llamadas del exterior y de su entorno más cercano, Anabel ha visto con claridad aquellos aspectos de su vida que quiere cambiar. "Veo la dependencia que tengo a la hora de dormir" y también su "obsesión con la comida". Una relación tóxica con los alimentos que también tratará de atajar. Para Anabel, el paso por el reality le ha servido para saber "de lo que no soy capaz y de lo que sí, como de no comer chocolate en siete días".
Su familia, muy preocupada
El entorno de Anabel Pantoja, conocedor del problema de la colaboradora, está, según ella misma declara, "harto". Su preocupación aumenta por momentos y quieren que busque una solución.
"Tanto mi madre, como mi familia y mi pareja están a mi lado y lo pasan mal al verme así", asegura Anabel. De hecho, la sobrina de Isabel Pantoja ha relatado que, cuando se toma las pastillas, hace llamadas, directos en redes sociales y envía mensajes de los que luego se arrepiente. "A veces me oculto para tomar las pastillas y que no me vean", confiesa, avergonzada. Por ello, y contando con el apoyo de su familia, la colaboradora quiere poner remedio a su adicción a los somníferos.
