Ana Rosa Quintana ha vuelto como las golondrinas, aunque no en primavera sino a las puertas de un otoño que se prevé calentito tanto en lo político como en lo económico, con contagios masivos, una vuelta al cole conflictiva y medios como OKDiario y otros afines, restando en lugar de intentar sumar. Uno de esos medios es ‘El Programa de AR’, la tribuna desde la que Ana Rosa y sus muchachos arengan a las masas, dirigiéndolas siempre hacia el mismo lado: acabar con un Gobierno votado democráticamente en las urnas.

Un look egipcio y una cara abotargada

A la periodista la ha debido aconsejar su peor enemigo, de otro modo no se entiende, ese corte de pelo recto con flequillo de color incierto, gracias a unas mechas rubias que no la favorecen. Pero lo que más ha llamado la atención ha sido su cara, con la boca algo torcida y tan abotargada como la que lució Kiko Matamoros tan ponerse en manos de su futura nuera Carla Barber, que debía tener Botox e Hialurónico de oferta.

Ana Rosa sigue siendo TT y los memes se suceden en Twitter

La presentadora, vuelve más parcial que nunca

También las redes han criticado que haya vuelto con un discurso totalmente negativo hacia el gobierno y su gestión de la pandemia.

Para Ana Rosa y su equipo el Gobierno ha estado ausente por las vacaciones, pero sobre todo sus reproches han ido uno tras otro, para Pedro Sánchez y Pablo Iglesias con frases como que se le ha pedido responsabilidad a los jóvenes y no había nadie al volante del Gobierno o asegurando que, en vez de volver más fuertes, lo hacemos más enclenques.

Ana Rosa Quintana ha repartido a diestro y siniestro. También Pablo Iglesias ha estado en su punto de mira, con una crítica tan sorprendente como interesada. Decía la ‘reina de las mañanas’ que el antiguo y humilde profesor universitario que enseñaba su nómina, ahora va en coche oficial, como si algún vicepresidente o ministro del los anteriores partidos en el gobierno, se hubiese desplazado en otro tipo de vehículo.

¿Debería el vicepresidente desplazarse en bicicleta para ser humilde? No se puede ser menos ecuánime que esta señora.

La presentadora seguía leyendo el Cue, como solo ella sabe hacerlo, mirando a cámara con contundencia y como si cada palabra la hubiese escrito ella y no los redactores de turno, bajo su consigna, eso desde luego. Ana Rosa cada vez más escorada y no hacia la izquierda, si se fue de vacaciones dando consignas un día sí y otro también en contra del portavoz Fernando Simon y de todo lo que oliera a PSOE y sobre todo a Podemos, ha vuelto con energías renovadas y con los mismos tertulianos afines a su postulado, se supone que con la excepción de Gabriel Rufián, que nadie entiende como ha decidido convertirse en tertuliano de un programa tan parcial, pero ahí estará el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya.

Tal vez no tarde en arrepentirse.