Tal parece, que el apodado ‘Dueño del cortijo’ de ‘Sálvame, ha entrado en un bucle, recién estrenado el medio siglo de vida, del que no parece dispuesto a salir. Ser el presentador que más trabaja y más poder tiene en la cadena de Paolo Vasile, le da un plus de seguridad y una autoestima del tamaño de un rascacielos.

Su obsesión por las redes sociales

Después de despotricar de Twitter insultando a los tuiteros, ahora resulta que dice que la red social le divierte, pero eso sí, aprovecha para lanzar alguno de sus zascas habituales: ‘hay gente ‘pa tó’: divertida, ingeniosa, culta, zumbada o directamente echada a perder’.

Él, si no zahiere no está contento.

Asegura que Twitter está muy bien, siempre y cuando no hablen de uno, porque entonces mejor no entrar y así no sufrir y que cuando se es trending toping, nunca es por nada bueno, con lo cual demuestra una vez más su parcialidad y su falta de visión, porque hay muchos personajes que son TT, para ser aplaudidos por lo que hacen o dicen y que, si a él no le pasa, debería preguntarse a qué es debido.

Tinder le ofrece al presentador más posibilidades

Por eso y en vista de que sus logros no son apreciados como debieran, declaraba haberse ido a Tinder: ‘a ver como están mis chorbos’, que así llama a sus posibles ligues virtuales. Por lo visto las anécdotas se han sucedido hasta llegar la última, que dice haberlo descolocado.

Según cuenta el presentador, a pesar de su edad y estatura (lo dice él) había ligado con un joven publicista de Londres ‘impresionante’ y parecía que la cosa prometía.

Llegado el momento, se intercambiaron sus cuentas de Instagram y acto seguido, el publicista se asombró de los casi 821.000 seguidores que tiene Jorge Javier Vázquez y le dijo:jamás me había pasado algo así y me da miedo’ para acto seguido desaparecer de Tinder y bloquearlo en Instagram.

Y que cada cual extraiga la moraleja de esta historia para no dormir.

Jorge Javier denuncia la permisividad ante el maltrato animal

Denuncia que en este país, todavía el maltrato animal sale casi gratis y que no es posible avanzar como sociedad mientras esto suceda y ahí hay que darle totalmente la razón. Habla de algunos casos de tortura que incluso han sido subidos a redes sociales en vídeo, por gentes sin moral ni empatía que deberían estar en la cárcel, porque los Animales merecen respeto y que solo una sociedad enferma permite tales abusos en seres indefensos.

Totalmente de acuerdo con Jorge Javier Vázquez, pero uno no puede dejar de pensar en esa pobre anciana de una residencia situada en Terrassa, que se ha visto humillada y maltratada por dos niñatas, que ostentaban el cargo de cuidadoras y que al igual que los que maltratan animales indefensos, deberían tener que dar cuenta ante la justicia y no solo recibir una reprimenda o el despido, tras pedir unas disculpas que suenan a falso.