Después de ser la protagonista del primer programa de “Hormigas blancas”, en su nuevo etapa en Telecinco, Ana Obregón ha querido romper su silencio para compartir el último texto, en modo de reflexión, escrito por su hijo Álex. Por culpa de la enfermedad del Cáncer, el joven no tuvo tiempo de acabarlo ni de subirlo a sus redes sociales. Una reflexión que ha emocionado a muchos seguidores de la presentadora y a varios colaboradores de Telecinco, que hace pensar sobre lo qué hacemos con nuestra vida, como la desperdiciamos.
La muerte de Álex fue un mazazo para los compañeros de su padre en Telecinco
El joven, que falleció de cáncer el pasado 13 de mayo con tan solo 27 años de edad, hace una dura reflexión sobre cómo habían sido sus años de adulto antes de que llegase el diagnóstico del cáncer. Álex lo tenía muy claro: “en un abrir y cerrar de ojo, te das cuenta de lo importante que es el tiempo” más que cualquier cosa. La muerte del único hijo en común de Ana Obregón y el colaborador de Telecinco, Alessandro Lequio, ha sido un auténtico mazazo para todas las personas que conocían a la familia. Dos meses después de su fallecimiento, Ana ha decidido que el mejor homenaje era publicar este último “post” que Álex dejó a medio escribir en su teléfono móvil.
Haciendo un repaso de la vida, en Telecinco, quedó claro que Álex era lo más importante para ella
Junto a este texto, la actriz y presentadora de Televisión ha querido compartir una imagen de ambos, sonrientes, en la playa. Sin duda, los seguidores de la presentadora no han podido evitar emocionarse ante las duras palabras de Álex y como su vida cambió completamente tras el diagnóstico del cáncer.
Ana explica en sus redes sociales que hace justo un mes se encontró con este post en el móvil de su hijo. Se dio cuenta que el joven no tuvo tiempo ni de acabarlo ni de subirlo a sus redes sociales. La presentadora tuvo muchas dudas sobre si debía subirlo, pero es consciente de que su hijo querría hacerlo. Ana ha decidido compartir esta reflexión de parte de su hijo y desde su corazón mutilado.
Su padre, el colaborador de Telecinco, Alessandro Lequio, todavía se emociona al ver imágenes de su hijo
Sin duda, un texto muy emotivo que deja claro como la vida fue completamente diferente, como los planes y objetivos pasaron a un segundo plano y, por la enfermedad, el joven empezó a cambiar sus prioridades y ha arrepentirse de su forma de ser en el pasado. Álex había aprendido, en los dos años que estuvo luchando contra el cáncer, que el ser humano tiene un problema muy importante: la manera de entender lo qué es la felicidad, lo qué significa ser feliz. En su caso, se había pasado 27 años de su vida luchando por ser el mejor estudiante, por graduarse en el mejor centro universitario posible, por montar sus propias empresas y convertirse en lo que él mismo llamaba un “cowboy” del sistema capitalista, siempre anclado en la idea de que “más es mejor”.
Todo iba bien hasta que un día recibe una noticia que nunca habría querido recibir y no sabe cuántos meses le quedan de vida.
De repente, en un abrir y cerrar de ojos, te das cuenta de la importancia que tiene el tiempo, mejor dicho, te das cuenta de con quien y cómo quieres invertirlo. Entonces, el joven se arrepiente de la cantidad de veces que no ha estado junto a su novia por enviar un correo a las tres de la mañana. La cantidad de veces que no ha ido a jugar con su hermana, cuántas veces ha preferido trabajar que ir a ver a su madre. cuantas veces le ha colgado el teléfono. Cuántas veces le ha dicho a su padre que “no” a ir juntos al cine. Ahora, Álex no se consideraba nadie para dar consejos, pero quizás un día te pase lo que le pasó a él: recibas una llamada de un centro hospitalario después de hacerte una placa, un tac o un simple análisis de sangre para cerrar una cita con carácter urgente.